
Isolux Corsán quiere evitar sobresaltos en la reestructuración de su deuda. La constructora pedirá a los acreedores firmar un acuerdo de espera (standstill) para que estos no puedan instar el concurso mientras se culmina la refinanciación, que provocará un vuelco en el accionariado del grupo, de forma que los bancos y los bonistas asumirán el control.
Es de esperar que reciba sin dificultades el respaldo necesario y poder así desarrollar una reestructuración ordenada. Isolux está a la espera de que las entidades y los bonistas que ostentan su deuda den el visto bueno al plan. Todo indica que lo conseguirá más pronto que tarde y así podrá iniciar una nueva etapa en la que el saneamiento de sus finanzas será la prioridad.