Editoriales

La banca necesita fidelizar a los jóvenes

Las reglas cambiaron en el negocio bancario y el éxito ya no sólo radica en el volumen de clientes, sino en su vinculación. Banco Santander se ciñe a esa máxima reinventando su producto estrella, la cuenta 1,2,3, para adaptarlo a cada vez más perfiles. Así, tras saltar de particulares a pymes, lanzará en abril una versión para niños y jóvenes, como la que oferta en Reino Unido.

Es una estrategia adecuada para ganar clientes por dos vías. Por un lado, atraerá a los padres de los menores; por otro, respecto a estos últimos (los clientes de mañana), trabajará ya en una fidelización que será especialmente compleja. No en vano las tecnológicas estudian ofrecer servicios financieros y hallarán en los niños y jóvenes de hoy, tan familiarizados con la digitalización, un público sensible.

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