Cuando las aguas volvían a su cauce en Grecia, Alexis Tsipras revolucionó el plano político del país. El primer ministro anunció ayer su dimisión y convocó elecciones anticipadas para el 20 de septiembre. Una decisión que vuelve a instalar a Grecia en la inestabilidad.
Aún así, la pérdida de apoyo que acusaba durante los últimos meses el Ejecutivo de Tsipras, especialmente desde el sector más radical de Syriza, hacen que esta convocatoria de elecciones se pueda convertir en una buena oportunidad para dar un giro a la política helena. Si tras los comicios, los partidos políticos griegos consiguen formar un Gobierno estable y comprometido con la troika, esto ayudará a que el país cumpla con las exigencias impuestas por Bruselas para llevar a cabo el tercer rescate.
