El Santander saca músculo en España en el primer semestre, con un ascenso del beneficio hasta los 663 millones, doblando las cifras de hace un año. En conjunto, las ganancias ordinarias del grupo se elevan un 24%, llegando a los 3.426 millones de euros.
Pese a la fortaleza de las cifras, la entidad ha dado un giro a su política de comunicación (muy al estilo anglosajón) que le conduce a dar primacía a la cautela frente a los abundantes datos que dibujan un cambio de ciclo en el sector. La estrategia de embarcarse en una agresiva competición a la caza de la aún escasa demanda solvente de crédito es peligrosa. Por ello, el consejero delegado, José Antonio Álvarez, acertó al llamar a la prudencia ante las vías rápidas para ganar rentabilidad.