El Gobierno presentará, tras el Consejo de Ministros de mañana, las líneas maestras de los Presupuestos del año que viene. Lo previsible es que el Ejecutivo aproveche el aumento de la recaudación impositiva para hacer tres gestos: subir las pensiones, el sueldo de los funcionarios y el salario mínimo entre el 0,5% y el 1%.
En un contexto de rebajas fiscales y con la inflación ya fuera de terreno negativo, pero aún casi anulada, la razón de ser de alzas de esa cuantía no se puede explicar más de allá de su clara orientación electoralista. El Ejecutivo comete el error de sacrificar a ella los exigentes objetivos de reducción del déficit público todavía pendientes e incluso la capacidad de crear empleo de una economía en la que se han paralizado las reformas.
