Editoriales

Grecia, año cero

Europa amanecía ayer con el anuncio del acuerdo entre Grecia y Europa para iniciar las negociaciones hacia el tercer rescate. "No habrá Grexit", confirmaban el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Un pacto a partir del cual el Gobierno griego deberá aceptar las condiciones que le ponen los acreedores a cambio de la ayuda. Un fuerte ajuste con el que Tsipras se salta las líneas rojas que había impuesto al principio al aceptar reformas en las pensiones o en el mercado laboral.

De poco ha servido el referéndum griego, ya que finalmente el Ejecutivo de Syriza se ha visto obligado a aceptar las condiciones impuestas por Bruselas. Más si cabe, cuando el corralito financiero, que se extiende ya dos semanas ha puesto al borde del abismo a los bancos helenos. De hecho, los depositantes con más del 100.00 euros, el 20% del total, tendrán que sufrir quitas, al seguirse las nuevas reglas de reestructuración de entidades. Es la consecuencia de las idas y venidas del primer ministro, Alexis Tsipras.

Europa impone ahora a Grecia un duro, pero necesario, ajuste, para conseguir sacar al país de esta situación crítica. Estos requisitos suponen un modelo de ejemplaridad para contener el auge de los partidos populistas que están surgiendo en el resto de Europa como Podemos en España o el Movimiento Cinco Estrellas en Italia. Estas formaciones deben ser conscientes de que las recetas como aumentar el gasto público, que sus líderes proponen para sumar votantes, son opuestas a las reglas fijadas en Europa. Grecia comienza así de nuevo su andadura en Europa, una especie de año cero para poder volver a crecer.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky