
Los planes de pensiones buscan quitarse la etiqueta de conservadores para tomar posiciones más arriesgadas. Las escasas ganancias de la renta fija después de su sprint alcista y las políticas de liquidez del BCE son la causa de que un 22% del patrimonio de estos vehículos esté ahora invertido en bolsa, récord que no se veía desde 2007.
Y lo hacen sobre todo en renta variable extranjera -un 13,44% frente al 8,86% de la española. La medida puede ser adecuada para dar el necesario impulso a la rentabilidad, después de 10 años sin capacidad de superar el IPC. En paralelo, urge también volver a reformar la fiscalidad de estos productos, y moderar sus comisiones, si el objetivo es dotarlos de un verdadero atractivo.