
El Banco Nacional Checo (CNB por sus siglas en inglés) fue el primero en subir tipos en Europa tras la Gran Recesión. No contento con ese 'mérito', el CNB realizó otro movimiento al alza (el octavo desde que iniciase las subidas en agosto de 2017) la semana pasada en un intento por controlar la inflación y evitar el sobrecalentamiento de su economía. El CNB se está viendo obligado a llevar la contraria a los grandes bancos centrales del mundo, que han descartado nuevas alzas del precio del dinero para este año ante la débil inflación y la desaceleración del crecimiento económico.
La economía checa vive una situación un tanto diferente a la de la Eurozona. La inflación se ha acelerado hasta el 3% en el mes de marzo, máximos no vistos en la República Checa desde 2012.
La tasa de paro se encuentra en el 2%, mínimos desde que Eurostat registra los datos de desempleo, mientras que los salarios avanzan cerca de un 7% nominal y un 4,7% en términos reales (descontando la inflación). Aunque el crecimiento del PIB se ha desacelerado, la tasa de variación sigue superando el 2,5% anual. Todo ello ha llevado al Banco Nacional Checo a elevar su principal tipo de interés en 25 puntos básicos hasta el 2% en un intento por enfriar la economía y el crecimiento de los precios.
Moritz Degler, economista de Oxford Economics, explica en una nota que "el CNB está desafiando el tono dovish de la política monetaria a nivel global... un tipo de cambio más débil de lo esperado ha ayudado a elevar la inflación hasta el 3%, justo en la parte más alta del rango de tolerancia marcado por el CNB".
Viktor Zeisel y Jaroslaw Janecki, economistas de Societe Generale, aseguran que analizando los datos y expectativas (crecimiento, inflación, tipo de cambio...) que presentó el banco central "asumen más subidas de los tipos de interés este año... aunque a más largo plazo prevén bajadas de tipos". Estos economistas creen que el banco elevará el precio del dinero una vez más en la segunda mitad del año a medida que las economías de Alemania y de la Eurozona, en general, recuperen algo el ritmo de crecimiento.
Los economistas de Oxford Economics destacan que la fortaleza del mercado laboral está también detrás del crecimiento de la inflación. La tasa de vacantes en la República Checa es del 6%, la mayor de toda Europa y casi el doble que la de Alemania, el segundo en el ranking de este ratio.
"Esperamos que la escasez de trabajadores continúe restringiendo el lado de la oferta este año, mientras que los sueldos perderán fuerza sólo de forma moderada... después de que el crecimiento de los salarios nominales se desacelerasen hasta el 6,6% en diciembre, en febrero han vuelto a aumentar un 7,1%", sostienen los expertos.
Otra subida de tipos más este año es un escenario muy plausible para estos expertos por los siguientes factores: una corona checa que se está mostrando más débil de lo esperado, "un mercado laboral que muy estrecho (bajo desempleo y muchas vacantes) que está fomentando el crecimiento de los salarios, el consumo y la inflación, y un sector industrial en Alemania y la Eurozona que comenzará a recuperarse y a demandar bienes checos".