
La economía de la Eurozona continúa desacelerándose. Así lo muestra el índice PMI compuesto publicado este lunes y que se ha situado en 51,5 puntos. Aunque el dato es mejor de lo esperado por el consenso de analistas y por su referencia preliminar, es ligeramente inferior a los 51,6 puntos del dato de marzo.
Así, se acerca un poco más a los 50 puntos. Un nivel que, si se pierde, indica contracción, tanto para la economía como para un sector en concreto. Por encima de este nivel indica expansión. De forma más concreta, el índice PMI servicios se situó en 52,8 puntos, mejor de lo esperado pero también peor que el dato del mes pasado.
Estos datos, según el economista jefe de IHS Markit, Chris Williamson, muestran por tanto que "la economía [de la Eurozona] creció a una tasa trimestral de aproximadamente el 0,2%, pero el sector manufacturero se mantuvo atascado en su desaceleración más pronunciada desde 2013 y el crecimiento del sector de servicios disminuyó".
Este experto asegura además que "la débil demanda sigue siendo la clave de la falta de presiones inflacionarias" en la zona euro.
En el primer trimestre, la economía del euro creció sorprendentemente fuerte a un 0,4%, mientras se esperaba un frenazo según los datos disponibles que arrastraban un mal comportamiento del sector industrial.
La industria manufacturera sigue presionada por la desaceleración global y la guerra comercial
La buena noticia es que las dos principales economías de la zona euro, Alemania y Francia, mejoraron. Francia regresó a territorio de expansión en 50,1 y la economía germana repuntó a 55,2. Este repunte se produce gracias al comportamiento del sector servicios. En Alemania se sitúa en máximos desde septiembre de 2018 y en Francia vuelve a entrar en territorio expansivo al superarse el impacto de las protestas de los chalecos amarillos en el comercio.
La firma destaca que en Alemania los nuevos pedidos recibidos aumentaron levemente en abril, hecho que continuó alentando a las empresas a contratar más personal. Soportado por el incremento más fuerte del empleo en Alemania desde octubre de 2007.
Sin embargo, la industria manufacturera sigue presionada por la desaceleración global y la guerra comercial. Este contexto está golpeando especialmente a Alemania. El PMI manufacturero cayó al nivel más bajo desde 2012, ofreciendo señales muy preocupantes. Por primera vez en tres años se comenzó a recortar empleos y los pedidos están en los niveles más bajos desde 2009.
"Los indicadores a futuro del sector manufacturero muestran que es probable que la producción de bienes caiga aún más en los próximos meses, el riesgo a la baja para las perspectivas se ha intensificado", advierte Williamson.
Alemania es el país más exportador del mundo, el comercio representa el 86% del PIB. Y los automóviles son unas de la pieza clave. Anualmente, Alemania vende más de 200.000 millones en exportaciones del sector del automóvil. Al frenazo de la demanda mundial hay que sumarle. Varios de sus gigantes automovilísticos como BMW, Volkswagen o Porsche se han visto obligados a detener la producción de algunos de sus modelos debido a la nueva homologación de consumos de combustibles.