Economía

El plan del BCE para reducir el castigo a la banca por los tipos negativos podría ser un regalo envenenado

  • El mensaje sería que los tipos no van a subir en mucho tiempo
  • Deutsche Bank: "A corto plazo, las acciones de los bancos lo celebrarían"
  • El problema de fondo de la rentabilidad seguiría presente para la banca
Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo. Reuters

La reunión del Banco Central Europeo (BCE) de abril no ha supuesto ninguna novedad inmediata para la política monetaria en la Eurozona, pero ha abierto muchas posibilidades de cara al futuro. Mario Draghi, presidente del BCE, confirmó que el Consejo de Gobierno está analizando cómo afectan los tipos de interés negativos a la rentabilidad de la banca en la Eurozona. El desenlace de este análisis podría ser la implementación de un sistema de tramos que redujese la penalización que paga la banca por aparcar su liquidez en la facilidad de depósito y en el exceso de reservas, que ahora mismo es del -0,4%. No obstante, este pequeño alivio podría suponer el reconocimiento del BCE de que los tipos negativos van para largo, un freno a la normalización monetaria que tanto necesita el sector para recuperar sus márgenes de intermediación.

En la reunión de política monetaria de esta semana, Draghi tuvo que dedicar alrededor de la mitad de la rueda de prensa a contestar preguntas sobre las posibles medidas que alivien la rentabilidad de la banca. Ante la avalancha de preguntas al respecto de este sistema, el presidente del BCE respondió una y otra vez que "vamos a estudiar si mantener los tipos de interés negativos requiere mitigar sus posibles efectos colaterales en la intermediación bancaria... es demasiado pronto para conocer el resultado y hablar de una medida concreta".

Una pequeña ayuda

La implementación de este sistema está causando mucho revuelo. Por un lado supondría una pequeña ayuda inmediata para la banca (de unos 7.5000 millones de euros anuales), pero por otro lado, implementar este mecanismo sería reconocer que los tipos bajos o incluso negativos van a permanecer por mucho tiempo en la Eurozona, lo que supondría un duro golpe sobre las expectativas de rentabilidad del sector en el medio y largo plazo.

Los tipos negativos suelen suponer un acicate para la actividad económica en sus inicios, pero a medida que la política se prolonga puede empezar a erosionar los beneficios de la banca y esto a su vez podría afectar a la concesión de crédito, creando un efecto contraproducente en la economía. Cuando los tipos negativos llegan para quedarse por mucho tiempo (como es el caso de Japón) se busca algún tipo de paliativo para la banca que, no obstante, tendrá que enfrentarse a unos márgenes de intermediación bajos por mucho tiempo.

Draghi fue cuestionado al respecto y echó balones fuera como pudo: "Si se quieren implementar medidas que suavicen el efecto negativo en bancos de los tipos negativos, ¿esto implicará que los tipos se mantendrán bajos durante más tiempo? La respuesta es que no hemos discutido eso todavía. Hemos dicho que queremos analizar los efectos secundarios, y posiblemente los medidas mitigadores de estos efectos para la banca. Si no hemos discutido estas medidas, imagínese si hemos discutido sobre si esta medida supondrá unos tipos bajos durante más tiempo".

Johannes Müller, director de investigación 'macro' de Deutsche Bank, explica en una nota que "a primera vista, el sistema de tramos tiene sus encantos. La introducción de los tramos, como funcionan en Suiza, podrían suavizar la carga que soportan los bancos. Pero, por otro lado, podría tener serías implicaciones para la orientación de la política monetaria".

Los efectos del sistema de tramos

"Por un lado, el BCE está dejando entrever que los tipos van a continuar bajos por algún tiempo, después de todo, si se fuera a subir el tipo sobre la facilidad de depósito de forma inminente, no sería necesario introducir este sistema por tramos ahora. En principio, el BCE estaría rechazando la idea de normalizar su política monetaria eliminando los tipos negativos", aseguran Müller.

Por el lado positivo, con este sistema en marcha el BCE podría implementar unos tipos mucho más negativos (ahora en el -0,4%) que impactasen al mercado y al tipo de cambio del euro sin hacer demasiado daño a la banca, que podría mantener parte de su liquidez en los tramos menos gravosos. Todo esto sólo podría confirmarse tras conocerse los detalles del supuesto sistema de tramos.

Este experto cree que esta medida podría "un gran impacto en las acciones de los bancos... pero se necesita tener en cuanta las dos facetas de esta posible decisión". El alivio sería intenso para los bancos cuyo negocio es muy intensivo en la captación de depósitos y que cuentan con grandes cantidades de 'exceso de liquidez' (exceso de reservas más dinero en la facilidad de depósito). Sin embargo, reconocer que los tipos van a permanecer bajos por más tiempo aplanaría aún más la curva de tipos en Europa reduciendo aún más el margen de intermediación en la banca, que es el margen que obtiene por pedir prestado y prestar.

Los economistas de la firma financiera TS Lombard también coinciden en señalar que "un sistema de tramos o escalonado podría percibirse como una señal de que el BCE se está preparado para mantener las tipos bajos (o incluso más bajos) durante más tiempo (low for longer)".

George Buckley, Shinya Harui y Chiara Zangarelli, economistas de Nomura, creen además que "este sistema no es la solución ideal para ayudar a unos bancos que están sufriendo el aplanamiento de la curva de rentabilidad". Estos economistas creen que "hay otros armas potenciales más efectivas para ayudar a los bancos como las subastas de liquidez a largo plazo (TLTRO) con incentivos".

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