Economía

Cuando un kilo de pan supera los 13 euros: estas son las ciudades más caras del mundo

  • La Intelligence Unit de 'The Economist' revisa su tabla anual
  • Singapur vuelve a repetir la primera posición de la lista
  • París es la única ciudad de la Eurozona entre las diez más caras
De izquierda a derecha: París, Hong Kong y Singapur, las ciudades más caras para vivir. Imágenes: Dreamstime.

Imaginen una ciudad donde ir a por una hogaza de pan supusiera desembolsar más de 13 euros de media. O donde cortarse el pelo conllevara pagar una factura de más de 100 euros. Y ya comprarse un traje de dos piezas... Mejor no quieran saberlo. Esto es lo que sucede en Seúl, en el primer caso, y en París, en el segundo.

Ambas ciudades ostentan el cuestionado honor de aparecer en la tabla de las diez urbes más caras del mundo, que anualmente elabora la Intelligence Unit del diario The Economist.

Por primera vez, tres ciudades se disputan a partes iguales el título del lugar más prohibitivo donde vivir: Singapur, París y Hong Kong. La primera es la única que no ha movido su posición desde el informe realizado el año pasado. La capital francesa, sin embargo, ha escalado varios puestos en los últimos dos años, desde la séptima posición hasta pisar el podio. Enclaves asiáticos y europeos se reparten una lista con dos representantes del continente americano -Nueva York y Los Angeles- y una de Oriente Próximo -Tel Aviv-.

En Europa, las ciudades fuera de la Eurozona destacan en el 'top 10' un año más: Zurich, Ginebra y Copenhague ocupan los puestos cuarto, quinto y octavo, respectivamente. Sólo París supone una excepción relacionada con la moneda. Después de Singapur y Hong Kong, la siguiente urbe asiática con mayor coste de vida es Osaka, seguida por Seúl. En general, los gastos relacionados con la vivienda, el cuidado personal y el ocio son más cuantiosos en el Viejo Continente, frente al coste de la cesta de la compra, más elevado entre las ciudades asiáticas.

Norteamérica sube como la espuma por la fortaleza del dólar

El estudio elaborado por la unidad de investigación de The Economist sobre 133 ciudades analiza cómo las fluctuaciones de la moneda de cada país inciden en los movimientos de la tabla marcados por el coste de vida. Así, a lo largo de 2018, la fortaleza del dólar ha impulsado el encarecimiento de la mayoría de las urbes estadounidenses. Nueva York ha subido seis posiciones en la lista, y Los Angeles, cuatro, hasta situarse ambas dentro de las diez primeras. San Francisco ha escalado 12 posiciones, hasta llegar al número 25; Houston sube 11 posiciones, hasta la 30ª urbe más cara, seguida de Seattle, que pasa al puesto 38 desde el 46 que alcanzó en 2017. En Europa, Sofia, la capital búlgara, se lleva la palma con una escalada de 29 puestos hacia arriba, hasta ocupar el número 90.

La volatilidad de la divisa y la inestabilidad en la política económica han empujado a la parte baja de la tabla a lugares como Estambul, que ha visto caer su coste de vida en los últimos 12 meses hasta situarse en la posición 120 del índice de The Economist. Una experiencia similar se ha registrado en Buenos Aires, ahora en el puesto 125.

Las más baratas no son las más felices

Entre las ciudades con menor coste de vida encontramos en primer lugar a Caracas, después de un año de infarto continuo en la economía de Venezuela, marcada por la hiperinflación y la crisis de los servicios públicos. Allí, el kilo de pan no llega a los 70 céntimos de euro, y el precio medio de un corte de pelo de señora apenas pasa del euro y medio. Le siguen Damasco (Siria), Tashkent (Uzbekistán), Almaty (Kazajistán), Bangalore (India), Karachi (Pakistán), Lagos (Nigeria), Buenos Aires (Argentina) y las indias Chennai y Nueva Delhi.

El hecho de que sean los lugares más baratos del mundo en los que vivir no significa, no obstante, que reine la felicidad. Por el contrario, un gran número de enclaves se están abaratando debido al impacto de crisis políticas y económicas, lo que entraña un elemento de riesgo en todos estos lugares. La conclusión a la que llega este informe es que "las ciudades más baratas también tienden a ser las menos habitables". Véanlo como un consuelo.

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