A pesar de que el Gobierno español ya indicó que prioriza el proyecto europeo ya en marcha para comunicar comercial y físicamente Europa y Asia oriental, China espera, e insiste, en que Moncloa refuerce su colaboración con la nueva 'Ruta de la Seda' que está desarrollando el país que preside Xi Jin Ping.
Así lo ha indicado Lyu Fan, embajador chino, en un desayuno informativo celebrado este viernes, en el que ha dotado a España de "un papel activo para participar en este proyecto", cuya denominación oficial es 'Iniciativa de la Franja y el Territorio' y para la que hay ya en marcha varias infraestructuras de puertos y grandes obras públicas. En algunas de ellas ya colabora la Administración de Sánchez pero la esperanza de Pekín es que se involucre en más proyectos.
No es la primera vez que China enarbola esta petición, la de una colaboración plena de España en esta iniciativa, que en numerosas ocasiones ha estado respaldada por el 'lobby' empresarial español, conocedor de las importantes inversiones que hay en marcha y que se planean para la nueva 'Ruta de la Seda'. Sin embargo, en este caso, Moncloa ha decidido hacer una apuesta geopolítica decidida por la iniciativa europea, menos ambiciosa pero ya en marcha, de la que no se va a mover.
Sin embargo, no es este el único campo en el que Lyu espera más de la relación bilateral. "España es un amigo y un importante socio en la cooperación en la Unión Europea. Políticamente, hay confianza mutua y trabajábamos en un marco para una gobernanza global más conjunta y racional".
Efecto de la guerra comercial
En este sentido, ha opinado que no hay peligro de que la guerra comercial con Estados Unidos pueda afectar a la relación entre China y España, "si las autoridades españolas no ceden a las presiones de La Casa Blanca", presiones que ha avisado que ya están presentes y son frecuentes.
Como ejemplo, ha puesto lo sucedido durante el Mobile World Congress celebrado en Barcelona hace unas semanas, cuando representantes de Estados Unidos hicieron 'lobby' en el evento para que las compañías y los estados presentes no adquirieran o contrataran ni servicios ni productos de Huawei, compañía de origen chino que ha estado en el disparadero recientemente por los encontronazos diplomáticos entre Pekín y Washington.
Más inversiones
Por otro lado, Lyu ha ahondado en la buena relación entre la República Popular y España, que se tradujo en los acuerdos firmados por los presidentes de ambos países durante la visita de Xi a España en noviembre, lo cual puede contribuir a aumentar la inversión oriental en nuestro país. "Hay todavía mucho interés chino en este país", concretamente en los sector del automóvil, las infraestructuras y las finanzas, después de que las inversiones de origen chino aumentaran durante 2018.
El embajador también se ha hecho eco de las intenciones de España de paliar la pérdida de turistas del último año con visitantes chinos. Para ello, ha recomendado que se faciliten los visados - razón por la que el turismo chino visita más Francia que España, ha argumentado - y se optimice el acceso a los servicios, con mejoras idiomáticas y culturales.
Además, Lyu ha hecho una defensa del modelo político chino. Ha asegurado que el progreso económico, "base de una ideología", de los últimos 20 años del país ha permitido la construcción de "un Estado de Derecho y una democracia cada vez más concretos. Pero no va a ser igual que una occidental por razones culturales".