
El representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, principal negociador del país en la actual tregua comercial con China, disipó el optimismo acumulado sobre un posible acuerdo entre Washington y Pekín durante su comparecencia el miércoles ante el Comité de Medios y Arbitrios del Congreso.
Si el gigante asiático se habría comprometido a incrementar la compra de bienes estadounidenses en 1,2 billones de dólares, Lighthizer dejó claro que este aumento de las importaciones no es suficiente para garantizar el cese de las tensiones arancelarias entre las dos economías más grandes del mundo.
"Déjenme ser claro", señaló el funcionario. "Aún queda mucho por hacer antes de que se alcance un acuerdo y, lo que es más importante, después de que se alcance, si se llegase a uno", añadió en referencia a una de las preocupaciones del representante comercial, que es el cumplimiento a rajatabla del mismo.
Justo antes de sus declaraciones se publicaron los datos preliminares de la balanza comercial correspondiente al mes de diciembre, cuando el déficit habría incrementado un 12,8% hasta los 79.500 millones de dólares, si tomamos como referencia exclusivamente los bienes sin incluir los servicios.
Mientras que el propio presidente de EEUU, Donald Trump, citó recientemente que su administración había logrado un "progreso significativo" con China, Pekín busca agradar al mandatario, aumentando la compra de productos agrícolas, energéticos, industriales y semiconductores estadounidense.
No obstante, asuntos como la transferencia forzada de tecnología, la protección de propiedad intelectual o los subsidios siguen siendo asuntos sin resolver.
Cumbre por Corea del Norte
Por su parte, a 13.336 kilómetros de distancia de la capital estadounidense, Trump se reunió con el líder norcoreano Kim Jong Un, dando por comenzada la segunda cumbre entre ambos en Hanoi, Vietnam. El presidente estadounidense tuiteó tras el encuentro que tuvo un "muy buen diálogo" con Kim, mientras la Casa Blanca informó que hoy jueves, cuando termine la cumbre, habrá "una ceremonia de firma de un acuerdo conjunto".
Paralelamente, Kim señaló antes de la reunión que Washington y Pyongyang superaron varios obstáculos para celebrar su segunda cumbre y alabó a Trump por su "valiente decisión" de comenzar un diálogo. El objetivo de EEUU es convencer a Corea del Norte que abandone completamente el desarrollo de armamento nuclear a cambio de promesas de paz y desarrollo económico.
Hasta la fecha, la inteligencia estadounidense ha indicado que no hay señales de que Corea del Norte vaya a abandonar jamás todo su arsenal de armas nucleares, que considera una garantía para su seguridad nacional. Un desarme significativo implicaría que la administración Trump relajase las sanciones que pesan sobre el país.