Economía

Powell (Fed) reconoce que "en los últimos meses se han visto señales contradictorias y conflictivas"

  • La panorámica sigue siendo positiva para la economía y el empleo
  • La deuda pública en EEUU "ha tomado un camino insostenible"
Jerome Powell, presidente de la Fed

Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EEUU, ha explicado ante el congreso que el contexto económico sigue siendo generalmente positivo, aunque reconoce que los últimos meses "se han visto señales contradictorias y conflictivas" con ese contexto de fortaleza económica. Esto último junto a una inflación que sigue controlada permite a la Reserva Federal adoptar "una posición de paciencia" ante futuros movimientos de los tipos de interés.

"Mientras que vemos unas condiciones sanas y favorables, en los últimos meses hemos visto algunas contradicciones y señales de conflicto. Los mercados financieros han sido más volátiles a finales del año pasado, y las condiciones financieras apoyan ahora algo menos el crecimiento de lo que lo apoyaron a principios de 2018", ha explicado el presidente de la Fed. 

Powell ha argumentado que la economía está creciendo y se está creando empleo, mientras que la inflación ha caído hasta el 1,6% en enero, esto da mucho margen a la Fed para ser paciente "esperar y ver qué pasa". Hasta que haya algún síntoma evidente en la economía que requiera algún movimiento por parte del banco central, la Fed va a adoptar una postura pasiva.

A ello hay que sumar que en los dos últimos meses algunos indicadores económicos se han debilitado algo. Por ello, la Fed seguirá siendo extremadamente "dependiente de los datos económicos que vayan apareciendo".

James Knightley, economista de ING, cree que esta postura sugiere que "la Fed no tendrá prisa a la hora de ajustar la postura neutral en la que se encuentra, dejando entrever que este podría ser un periodo prolongado de estabilidad en la política monetaria". Esto quiere decir que podría ser un largo periodo sin movimientos importantes en la Fed y EEUU. 

La normalización del balance

En lo que se refiere al tamaño del balance de la Fed (los bonos y activos que el banco central acumula a cambio de efectivo y liquidez), Powell ha comentado que la reducción del mismo va a continuar, pero "están preparados para ajustar cualquier detalle en la normalización del balance a la vista de los acontecimientos económicos y financieros". 

Así, la Fed deja abierta la posibilidad de que la reducción del balance finalice antes de lo previsto (en 2021 según las primeras estimaciones) tras el endurecimiento de las condiciones financieras y la candidez de la inflación, lo que da margen al banco central para mantener un balance más grande. El balance llegó a superar los 4,5 billones de dólares, pero con el proceso de reducción ahora se encuentra en los 4 billones de dólares.

Desde octubre de 2017, cuando comenzó la reducción, la Fed ha dejado que se evaporen unos 500.000 millones de dólares entre bonos del Tesoro y activos respaldados por hipotecas (MBS por sus siglas en inglés). La vuelta a la normalidad financiera era obligatoria para evitar la creación de burbujas, desequilibrios financieros y el recalentamiento de la economía. Aunque en un primer momento se estimó que el tamaño del balance tendría que caer hasta los 2,3 o 2,5 billones de dólares, parece que finalmente se optará por un balance más rollizo, de unos 3,5 billones de dólares.

La normalización monetaria ha avanzado en EEUU desde 2014. La Fed ha subido los tipos en nueve ocasiones desde entonces para llevar el precio del dinero desde el 0,25% hasta el 2,5%. La reducción del balance ha reducido el nivel de activos que el banco central atesora. Ahora, la política monetaria se encuentra en una posición "neutral", asegura Powell. Esta postura es la coherente con el pleno empleo, la estabilidad de los precios y un crecimiento cercano al potencial. 

El problema de la deuda

Powell también ha analizado el elevado endeudamiento público de EEUU que ya ha alcanzado los 22 billones de dólares, superando el 100% del PIB de EEUU. El presidente de la Fed no ha dudado en señalar que "la deuda pública ha tomado un camino insostenible".

Antes de la Gran Recesión, la deuda pública en EEUU no superaba los 10 billones de dólares. Los gastos relacionados con la crisis (prestaciones por desempleo, ayudas, rescates bancarios...) y la reforma fiscal de Trump han llevado a la deuda público a niveles históricamente altos. Si los tipos de interés suben en los próximos años, cumplir con el servicio de la deuda será cada vez más complejo para el Gobierno de EEUU.

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