Economía

El milagro económico de Polonia toca techo y ahora podría llegar la 'resaca'

  • El FMI cree que el crecimiento de Polonia ha tocado techo en 2018
  • A medida que los salarios suben, la competitividad será una cuestión clave
  • Una desaceleración podría centrar la destrucción de empleo en los temporales
Ciudad de Cracovia (Polonia). Foto de Alamy

El PIB per cápita de Polonia (en paridad de poder adquisitivo- PPA) se ha disparado un 131% desde el año 2000, mientras que la tasa de paro ha caído desde 21% de 2004 hasta el 3,5% de hoy. El desarrollo económico ha sido 'milagroso', logrando el pleno empleo en uno de los países que había presentado una de las mayores tasas de paro media en Europa tras la caída del comunismo en 1989. Ahora, los peligros a los que se enfrenta esta economía vienen de la mano del fin del 'boom' económico: un mercado laboral seco, unos salarios que suben más rápido que la productividad, una creciente dependencia del exterior y la desaceleración en Alemania y la Eurozona.

Una historia de éxito...

El caso de Polonia es una historia de éxito. El Fondo Monetario Internacional (FMI) señalaba la semana pasada en el informe anual que evalúa la situación de Polonia que "su economía ha experimentado la expansión económica más larga del mundo con 25 años de crecimiento". Aunque en 2001 encadenó dos trimestre consecutivos con crecimiento negativo (recesión técnica), logró un crecimiento positivo en el cómputo anual.

Polonia ha sido el único país de la Unión Europea que ha logrado esquivar la Gran Recesión y la posterior caída de la crisis de deuda soberana en la Eurozona. "Estas tendencias han ayudado ha reducir drásticamente el desempleo a niveles mínimos y estimular el PIB per cápita PPA hasta alcanzar el 70% de la media de la UE", sostiene el informe del FMI.

Christopher Thomas, economista de Focus Economics para Polonia, comenta en declaraciones a elEconomista que "las políticas orientadas hacia una economía de mercado han fomentado la inversión extranjera y a su vez el empleo. Además, la apertura al exterior puesta en marcha por anteriores gobiernos y el desarrollo de los mercados de capital han convertido a la región de Varsovia en un centro financiero".

Marcin Piatkowski, economista senior del Banco Mundial, asegura en el think tank Europa Emergente, que este éxito está cimentado en las reformas implementadas tras la caída del comunismo. "Se construyeron instituciones fuertes rápidamente, se produjo una reestructuración de la deuda externa, se produjo un boom educativo y se realizaron privatizaciones abiertas y transparentes, que al contrario que en otros países no crearon oligarcas".

Todo ello ha permitido que Polonia alcance el pleno empleo y que los salarios crezcan a un ritmo muy superior a la media de la Unión Europea. Las autoridades del país están buscando fórmulas para atraer a trabajadores del resto de Europa para evitar que la economía se recaliente y mantener el crecimiento potencial de la economía.

... no exenta de riesgos

Tras años de fuerte crecimiento, el 'eterno' ciclo económico de Polonia podría haber tocado techo en 2018 tras crecer más de un 5%. Ahora, la economía se enfrenta al fin de algunos de los estímulos y vientos de cola que han impulsado el crecimiento y a la propia resaca que ha generado esta expansión.

Varios factores que han impulsado el crecimiento económico de Polonia podrían comenzar a perder fuerza: el crecimiento de la Eurozona y Alemania se tambalea (el 26% de las exportaciones polacas van a Alemania y el 87% a Europa), las transferencias de la Unión Europea podrían empezar a perder efectividad, mientras que los beneficios sociales puestos en marcha por el Gobierno de Polonia podrían no ser sostenibles. Algunos de los catalizadores del crecimiento de estos años empiezan a perder fuerza.

"La desaceleración de la demanda externa puede reducir el crecimiento del PIB al 3,6% en 2019. La actividad tendrá que apoyarse en el boyante consumo interno". Con una menor demanda exterior, unos salarios al alza y un consumo interno potente, la balanza por cuenta corriente podría volver a presentar nuevos déficits, tras alcanzar el equilibrio en 2017. Esta situación incrementaría la posición deudora neta de Polonia frente al exterior, que ahora mismo es del 57% del PIB (niveles todavía sostenibles).

Thomas (Focus Economics): "Los cambios demográficos serán un desafío cada vez mayor para los responsables políticos"

"En el largo plazo, una población en edad de trabajar decreciente, la debilidad de la inversión privada y un crecimiento de la productividad tibio moderarán el crecimiento económico hasta el 2,7% para 2023. Se prevé que el déficit por cuenta corriente aumente hasta el 1,5% del PIB por un menor ahorro de los hogares (en lugar de por un incremento de la inversión de las empresas, que sería lo más deseable)", sostiene el informe del FMI.

Por otro lado, Polonia se enfrenta a una escasez de mano de obra que está disparando el crecimiento de los salarios y poniendo en peligro el crecimiento potencial y la competitividad de los bienes y servicios que se producen dentro del país. Las empresas del país no disponen de toda la mano de obra que necesitan, "especialmente en el sector de la construcción y la industria, esta escasez de fuerza laboral es un obstáculo para el crecimiento". Por ahora, la llegada de trabajadores extranjeros (sobre todo de Ucrania) está suavizando esta escasez, pero la reducida tolerancia del Gobierno de Polonia a ciertos tipos de inmigración podrían empeorar la situación.

"Los cambios demográficos serán un desafío cada vez mayor para los responsables políticos a medida que la población en edad de trabajar disminuye durante la próxima década y los países de Europa occidental atraen el talento de los jóvenes", comenta Christopher Thomas.

Sin embargo, lo que es más peligroso es la complicada relación del gobierno de PiS con la Unión Europea, que podría amenazar las perspectivas de inversión a largo plazo. "La incertidumbre política, en términos más generales, ya ha comenzado a consumir los gastos de capital del sector privado a medida que los inversores extranjeros reevalúan el entorno empresarial".

El empleo temporal podría destruirse igual de rápido que se ha creado si llega una recesión o una desaceleración fuerte de la economía

Por último, pero no menos relevante, es elevado peso del empleo temporal dentro del mercado laboral polaco. Junto con España, Polonia tiene un mayor porcentaje de sus ocupados con contratos laborales que suponen un obstáculo para la productividad durante el ciclo expansivo y que no gozan de protección cuando el ciclo recesivo hace su aparición y comienza la destrucción de empleo. Por ahora, Polonia ha tenido la 'suerte' de crecer sin parar durante 25 años, pero si la debilidad exterior se agudiza (las exportaciones polacas ya suponen el 54% del PIB), el empleo temporal podría destruirse con la misma facilidad con la que se ha creado.

Unos 3,4 millones de ocupados en Polonia (o uno de cada cuatro empleados) tienen un contrato temporal, según los últimos datos de Eurostat. La menor protección de este tipo de empleo podría centrar la destrucción en caso de que se produzca una reversión del ciclo económico. Los países que cuentan con una elevada temporalidad (como es el caso de España) han mostrado que durante las recesiones realizan gran parte de los ajustes del mercado laboral por cantidades (despidos) en lugar de por precios (bajadas de salarios y horas de trabajo).

"No hay duda de que el trabajo temporal ha pesado en el crecimiento de la productividad, y esto ha sido especialmente cierto para los sectores que requieren mayor cualificación. Una desaceleración de la economía mundial amenaza a estos trabajadores temporales debido a su falta de seguridad laboral y aunque quizá la fuerza de de la economía doméstica pueda proteger al mercado laboral de una recesión mundial".

Desde el FMI creen que las etapas de crecimiento son las idóneas para realizar reformas que hagan más resistente una economía. Por ello proponen a las autoridades polacas que incrementen la apertura de sus fronteras para que las fuerza laboral crezca al ritmo que demandan las empresas.

Por otro lado, "el actual modelo intensivo en factor trabajo va a ser cada vez más difícil de mantener por lo que debería virar hacia un modelo de mayor valor añadido centrado en el crecimiento de la productividad. Además, la implementación de principios económicos prudentes y reducir el continuo apoyo de los estímulos fiscales resulta esencial para mantener los desequilibrios a raya y mantener la resiliencia a los shocks adversos". A pesar del fuerte crecimiento, el déficit público no ha bajado del 0,5% del PIB.

El informe del FMI aconseja a Polonia buscar fórmulas para atraer a trabajadores cualificados, retirar las barreras a la inversión, proveer educación y programas de formación para trabajadores y dar mayor seguridad con "una certidumbre política superior". Todas estas reformas dotarían al país de mayor resistencia económica y de un crecimiento más sostenible.

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