El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, se ha comprometido este domingo a eliminar a nivel nacional el Impuestos de Sucesiones, para que nadie pague un impuesto pagado en vida, y a suprimir los impuestos tecnológicos y financieros que Pedro Sánchez aprobó el pasado viernes en el último Consejo de Ministros.
Pablo Casado ha dejado muy claro este domigno que aspira a ganar las próximas elecciones generales y no se conforma con un empate, porque cada voto que pierde e lPartido Popular es un voto que favorece a los secesionistas, a los populistas, o dicho de otra forma, que, "cada voto menos para el PP es un voto más para los enemigos de la nación", sostuvo ante una concurrida audiencia con la presencia en primera fila de José María Aznar y de Dolores Cospedal. En su discurso, el que pronunció este domingo desde el plenario del Pabellón de Ifema, en Madrid, hizo evidente la necesidad imperiosa de sumar, de recuperar el voto perdido que se ha ido a otras opciones como Ciudadanos y Vox, y una parte pequeña a la abstención.
La operación Casado consistirá en sumar diez millones de votos con bajada de impuestos y más libertad
El PP calcula que la 'Operación Casado' –la misma que arrancó este domingo en al primera convención nacional que organiza la nueva dirección del partido– que hay que recuperar nada más y nada menos que cinco millones de votos para sumar 10 para sacar a PedroSánchez de Moncloa.
En el núcleo de sus políticas, en la fórmula para conseguir esa recuperación de votos, puso Casado el centro de atención de su oratoria. Recuperando aquel contrato social con el que se comprometió seis meses atrás al ganar las primarias a Soraya Sáenz de Santamaría –de presencia silente el viernes cuando acompañó a Rajoy–, Casado volvió a hablar de revolución fiscal, de bajada del impuestos de Sociedades, de supresión en toda la nación del impuesto de Sucesiones y Patrimonio, y de publicar las cotizaciones sociales de los trabajadores en las empresas, para que el Gobierno explique a qué destina su dinero.
Además, el líder de PP asegura tener la intención de promover una política eficaz contra el invierno demográfico con más ayudas fiscales y de vivienda para las familias. "El Bienestar hay que pagarlo, y por eso hay que crecer" económicamente y en empleo, declaró.
Asímismo, y en respuesta a las últimas tasas aprobadas por el Gobierno de Pedro Sánchez para gravar más a las empresas, dijo que en cuanto llegue al Gobierno eliminará los impuestos a las tecnológicas y a las empresas financiares.
En esa línea liberal-conservadora, el nuevo conservadurismo subrayado en, básicamente todo el ideario político del renacido PP –que ayer pasó página a la tensión Aznar-Rajoy–, Casado puso igual énfasis en la "mayor devolución de libertades a los españoles", "más sociedad y menos Gobierno", convirtiéndose en el presidente de 47 millones de personas de las que "se respetan sus opciones, sus diferencias", donde "si uno quiere ser socialista, que lo sea, pero que sea de forma voluntaria y no obligatoria; y donde el socialismo acepte sus fracasos y no se venda por un plato de lentejas a los secesionistas por estar más tiempo en La Moncloa", dijo en alusión al actual presidente del Gobierno y secretario general del PSOE.
En el cierre de la Convención nacional del PP, bajo el eslogan, 'España en Libertad', Pablo Casado empezó pidiendo lealtad y compromiso con las siglas del partido. Lo hacía ante miles de afiliados llegados este pasado fin de semana a Madrid, mezclados con presidentes autonómicos, alcaldes, concejales, y la nueva hornada de dirigentes que por primera vez probarán suerte en los comicios del 26 de mayo.
Aprovechó Casado para hacer un flash back en la memoria de los populares y remontarse a 30 años atrás cuando el partido cosía las aspiraciones políticas de liberales, conservadores y democrata-cristianos. El espíritu de esa refundación sirvió de marco para justificar una actuación algo parecida y entonces con reconocido éxito.Se trataba de aunar todo aquello que estaba a la derecha del Partido Socialista, indico el joven líder del PP.
Casado apuesta por un 155 largo, sin tiempo limitado, en educación, hacienda, medios, seguridad e instituciones penitenciarias
Entonces, remarcó PabloCasado, se acabaron las corrientes, el PP se convirtió en una familia. De ahí que el primer paso, antes de salir al a calle a buscar el voto perdido, está la unidad del partido y evitar la espiral de fragmentación de partidos que vive la política española. Por tanto –señaló–, "más PP, porque a España no le va mejor con menos PP. De hecho, nunca le ha ido mejor al nacionalismo y a los populistas, al sectarismo o a Otegi que con menos España".
Con ese afán, aconsejó Casado que, a los que se fueron fuera del PP, "ni lo han encontrado ni lo van a encontrar". Porque "éste es el verdadero", mantuvo. El PP es "la casa común del centro derecha, el partido de las ideas moderadas y reformistas, el partido tranquilo, pero implacable, con mayorías centradas, pero sin cordones sanitarios", advirtiendo que el Partido Popular es la única organización política que puede aglutinar el voto del centro derecha, y "nadie más allá del PP tendrá esa capacidad". "La política –añadió–, no consiste en gritar mucho, sino en llegar lejos. La gente quería que volviera el Partido Popular y a hora nos toca a nosotros que la gente vuelva al PP", redondeó.
Principio de noción de ciudadanos libres y iguales (guiño al Nobel Mario Vargas Llosa), libertad individual frente al colectivismo, economía de libre mercado, Estado de Derecho y, responsabilidad personal que asegure la igualdad de oportunidades. Desde estos principios, Casado saltó a su contrato con los españoles, un decálogo de intenciones con el que ganó las primarias.
Ganar las elecciones
Casado es muy consciente de que el tiempo en política corre de otra manera, sobre todo desde aquella elecciones legislativas que tuvieron que repetirse por falta de consensos políticos, y de la reciente moción de censura que hizo posible que MarianoRajoy se fuera de Moncloa con el voto unificado de PSOE y los nacionalistas y secesionistas, además del de Unidos Podemos.
Desde ese punto de vista, sin perder el horizonte de unas posibles elecciones generales a la vuelta de la equina, en cualquier momento si los Presupuestos Generales no salen adelante, o si cualquier otra eventualidad interesa para adelantar el calendario electoral, Pablo Casado recuperó ayer el fortalecimiento institucional y la legalidad enCataluña, defendiendo sin tapujos un 155. Una aplicación normativa y constitucional sin tiempo limitado, y que alcance a la Educación, la Hacienda, la Seguridad, los Medios de Comunicación que viven de las subvenciones de la Generalitat, e instituciones penitenciarias.
Quiere Casado reformar el código penal y parar los despropósitos de Quim Torra, evitando que el PSOE abra la puerta del indulto, por eso pretende cambiar esta ley , y que el cambio quede legislado.
Además, se compromete a trabajar por la aprobación de una ley de libertad educativa, un MIR docente y que "el castellano se pueda estudiar en toda España". Aparte de combatir el invierno demográfico, es su intención "aplicar el modelo autonómico íntegro, con un autonomismo útil", sostiene. Ampliará la prisión permanente revisable, trabajará por una inmigración ordenada y pondrá en marcha una "Ley de Concordia" que deje atrás el revisionismo de la memoria histórica. Con estos mimbres, afirmó, "el que quiere que gane el PP, que vote al PP. Yo quiero ganar, no quiero empatar. Vamos a recuperar el futuro", dejó dicho preparando ya la carrera a Moncloa.