
El ritmo de crecimiento de Reino Unido pierde impulso según se acerca las fechas decisivas para formalizarse el Brexit. La economía se expandió apenas un 0,2% durante el mes de noviembre, la tasa más baja en seis meses. Las ventas en la campaña de Navidad apuntan que el PIB en el último trimestre de 2018 crecerá un 0,3%, el más bajo desde que se votó a favor de la salida de la Unión Europea en junio de 2016.
Como en el resto de países europeos, como Alemania, Francia o España; el sector industrial durante el mes de noviembre se hundió de forma alarmante. La producción industrial disminuyó un 0,4%, y ya van cinco meses consecutivos que registra tasas negativas, algo que no sucedía desde el estallido de la crisis financiera de 2008. La guerra comercial y el menor ritmo del comercio internacional están dañando seriamente a las fábricas del Viejo Continente.
En Reino Unido, la producción industrial ya acumula una caída del 0,8% en los últimos tres meses, el mayor retroceso desde mayo de 2017. Por su parte, la actividad en servicios registró en noviembre una subida del 0,3% y el de la construcción un 0,6%.
Pero lo peor para la economía británica está por venior si no se endereza el Brexit, con la fecha fijada para el 29 de marzo para salir de la Unión Europea. Las dificultades que está encontrando el Gobierno de May para una salida ordenada está minando la confianza de los consumidores. Según los datos de la patronal de minoristas británicos, Reino Unido registró la peor campaña de Navidad desde 2008.
Ocho de los 13 sectores de la industria vieron caer la producción, principalmente por las fábricas siderúrgicas y de alimentos. Mientras la producción de automóviles se mantuvo estable después de meses de declive. La caída de la demanda en China, el mercado de automóviles más grande del mundo, y los recortes de empleos recientemente anunciados en Ford y Jaguar Land Rover subrayan los riesgos a los que se enfrenta el sector.