
El año electoral ha moderado la tradicional subida de precios de enero. Pese a que encender la luz, hablar por el móvil o llenar el tanque del coche, sobre todo si es diésel, será más caro para los españoles, el año que viene, en el que se prevé una inflación del 1,7%, el transporte público, el agua y las tasas aeroportuarias se mantendrán estables y el gas bajará.
Y es que, con la mirada puesta en las elecciones de mayo de 2019, distintos gobiernos regionales y municipales han aprobado congelar el recibo del agua y el precio del billete de autobús y metro para congraciarse con los electores, en un momento en el que IBI seguirá subiendo en la mayor parte de los barrios por las actualizaciones catastrales. Un alza que el consistorio de Manuela Carmena ha tratado de dulcificar aprobando bonificaciones de más del 90% a los edificios con paneles solares o a los locales culturales.
El Ayuntamiento de Barcelona empezó a trabajar en octubre pasado para evitar que la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) volviera a subir en 2019 las tarifas del transporte público, que en 2018 se elevaron un 2%. Una medida que ha conseguido implantar con éxito ya que la AMT anunció el 13 de diciembre que "2019 se iniciará con los mismos precios de los títulos de transporte vigentes 2018", es decir, 2,5 euros por billete sencillo, uno de los más altos de España.
En Madrid, donde el sencillo cuesta 1,5 euros, también se han congelado las tarifas. En este caso, es el quinto año consecutivo que el consorcio de transportes de Madrid mantiene los precios estables. Aunque fuentes cercanas a la Comunidad de Madrid aseguran que sería necesario subir los precios para asegurar la viabilidad del servicio, el año electoral y la guerra al diésel y al coche privado puesta en marcha por Carmena no permiten tomar estas medidas.
Otra empresa municipal de transportes que también va a mantener las tarifas congeladas es la de Valencia. Dentro del transporte colectivo de viajeros, ni Renfe ni Fomento se han pronunciado todavía sobre el futuro de los precios de los Cercanías. El Gobierno aprobó hace poco el contrato de prestación de Servicio Público Obligatorio (OSP) para los próximos diez años por unos 1.000 millones de euros al año.
Estas tres ciudades también han decidido que el recibo del agua no suba. En el caso de Madrid, es el cuarto año consecutivo que no lo incrementa, mientras que Barcelona lo elevó un 10% en 2018. Así, el Àrea Metropolitana de Barcelona y Aigües de Barcelona (Agbar) llegaron a un acuerdo la semana pasada para congelar las tarifas del agua en el área de Barcelona en el 2019, y están negociando para extender el acuerdo a 2020. Por su parte, el Canal de Isabel II también ha aprobado ampliar el bono social a las pensiones de viudedad.
En el ámbito municipal lo que sí que van a subir son los taxis, que siguen movilizados para conseguir que los ayuntamientos y las comunidades autónomas regulen los coches que operan con Uber y Cabify (VTC). Los de Barcelona han aprobado una subida del 2,6 por ciento para el año que viene (en 2018 aumentaron otro 2,6%) mientras que los de Madrid ha acordado elevar las tarifas un 5,1%, a cambio de suprimir varios suplementos, por lo que la factura final no será tan alta.
Dentro del capítulo de los servicios que no suben destacan el gas y las tasas aeroportuarias, que son abonadas por las aerolíneas y luego se repercuten en el precio del billete. Según el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA), las tarifas tendrían que bajar un 2,2% en 2019, igual que en 2018, pero Competencia ha aprobado la solicitud de Aena de mantenerlas para compensar los menores ingresos regulados percibidos en 2017.
Por su parte, en el gas, cuyos precios están vinculados a los del petróleo, que se espera que se mantenga por debajo de los 73 dólares registrados este año, debería producirse una pequeña bajada en GLP y en butano, que según la última revisión de noviembre elevó un 4,9%. En el caso del gas natural, el Gobierno ha congelado los peajes para el próximo año y las previsiones del sector es que la tarifa doméstica (TUR) baje un 3,2% aplicando la fórmula que la define. Además, se está actualizando esta fórmula y debería producirse una rebaja adicional del recibo final de alrededor de un 2%.
Servicios que suben
Pero no todo van a ser bajadas o congelaciones en un año en el que el Gobierno de Pedro Sánchez se ha comprometido a subir el salario mínimo un 22,3%, hasta los 900 euros mensuales, a elevar un 3% las pensiones mínimas y a aumentar el salarios de los funcionarios el 2,25%. Así, dentro de los servicios esenciales, la luz será uno de los servicios que más suban, seguido de la telefonía móvil, donde Movistar liderará las alzas un año más.
Pese a que el coste de los peajes de acceso, que supone el 58 por ciento de la factura eléctrica de un hogar medio, se va a congelar por quinto año consecutivo, se espera que el precio de mercado de la energía suba un 10% hasta los 62 euros de media, lo que puede llegar a encarecer la factura de luz entre un 3% y un 4% en función del consumo.
Por su parte, Telefónica tiene previsto elevar algunos de sus servicios Movistar con repuntes de hasta cinco euros en el caso de los servicios de solo fibra óptica y telefonía fija, que desde el próximo 5 de enero pasarán de los 55 euros actuales hasta los 60 euros. A partir del 19 de enero, también se elevarán en cinco euros, pero con mayores datos para navegación móvil, las tarifas de móviles #15 y #25, mientras que las de #1,5, #4 y #8 aumentan su precio en dos euros. Además, ciertos planes Fusión de 100 y 600 Mbps simétricos, de 60,40 y 65,40 Mbps, respectivamente, se encarecerán hasta los 63,40 y 68,40 euros. Las llamadas internacionales de Telefónica tarificada a través del Planazo Internacional se elevan en 2,4 euros, hasta los 14,4 euros, mientras que el coste del establecimiento de llamada aumenta de 30 a 40 céntimos. Tradicionalmente, los incrementos de tarifas de Movistar suelen generar un efecto arrastre en el resto del sector, con leves repuntes por parte de Orange y Vodafone en los meses posteriores al movimiento de Telefónica.
Además de hablar por teléfono, moverse en coche por España también va a ser más caro. Pese a que se espera que el precio del crudo se modere en 2019, los precios de los carburantes van a subir. En enero entra en vigor una igualación de los tipos del tramo autonómico del Impuesto de Hidrocarburos prevista en la Ley de Presupuestos del Estado de 2018, que provocará un alza de la gasolina y del gasóleo en aquellas comunidades autónomas con menores tipos: Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Extremadura, Madrid, Navarra, La Rioja y el País Vasco. El incremento será de 0,96 céntimos por litro (Extremadura) a 4,8 céntimos por litro (Cantabria, Castilla y León, Navarra. La Rioja y País Vasco).
Además, si finalmente se aprueba la igualación de los impuestos de diésel y gasolina que prepara el Gobierno, supondrá otros 9,3 céntimos por litro para el gasóleo, es decir, la subida, en las comunidades autónomas donde este carburante es más barato, puede llegar a los 14,1 céntimos por litro, unos 7,7 euros para un depósito de 55 litros.
En cuanto a las autopistas de peaje, los conductores enfrentarán una subida media del 1,67% a partir del próximo 1 de enero. No obstante, el Ministerio de Fomento ha anunciado que desde el 15 de enero las autopistas de pago que quebraron y han sido asumidas por Seitt registrarán una rebaja media de las tarifas del 30% y serán gratuitas por la noche (entre las 00:00 y 06:00 horas). El alza del 1,67% es inferior al 1,91% que se aplicó a comienzos de 2018. No obstante, supone el segundo aumento consecutivo, después de los recortes implementados en 2016 y 2017.