
El primer ministro galo, Édouard Philippe, desgrana las medidas que han contenido la ira de los chalecos amarillos.
¿Siguen siendo posibles reformas?
Nuestro objetivo es seguir modernizando el país. La movilización del sábado pasado fue más débil. Es el efecto de las propuestas del presidente. Se evidenció que la motivación de algunos de los chalecos amarillos iba más allá de la expresión de las demandas sociales.
¿Hasta qué punto le ha tomado desprevenido esta crisis?
Era difícil predecir que la ira de los chalecos amarillos se expresaría así ahora. Hemos recibido el mensaje de los franceses: quieren que avancemos más rápido en cuanto al poder adquisitivo.
¿Rechaza la expresión de un punto de inflexión social?
No hay una inflexión. El objetivo sigue siendo crear más riqueza, reducir los costes laborales, ser más competitivos y mantener nuestras cuentas públicas. Aceleraremos las medidas que permitan distribuir el poder adquisitivo manteniendo las que mejoren la competitividad. Es esencial educir el coste de la mano de obra y elevar el poder adquisitivo.
Sin embargo, está posponiendo los recortes de impuestos prometidos...
Queremos asegurarnos de que el trabajo sea rentable y reducir los impuestos para todos: hogares, empresas e inversores.
¿Qué hay del aumento de 100 euros en el salario mínimo?
El compromiso del presidente requerirá un aumento masivo de la bonificación por actividad. Desde el 5 de febrero, la prima se pagará para complementar el salario de enero y alcanzar así el aumento de 100 euros. Permite tener en cuenta elementos de justicia social y, en particular, todos los ingresos de los hogares. La reforma va mucho más allá de los que sólo tienen el salario mínimo: los solteros sin hijos tendrán 100 euros más hasta 1.560 euros netos de ingresos. Una madre soltera podrá recibir la bonificación de hasta 2.000 euros de salario. Y el uso de la bonificación por actividad también permite incluir a autónomos y funcionarios cuyos salarios rondan el salario mínimo. Parece sorprendente, pero 1,2 millones de empleados del rango del salario mínimo se encuentran en el 30% de los hogares franceses más ricos. Nuestro objetivo es aumentar el poder adquisitivo de la clase media; es lo que han pedido los chalecos amarillos y no me parece escandaloso que se tengan en cuenta todos los ingresos. Es justicia social.
¿No pensó subir el salario mínimo, que habría sido más fácil?
Aumentar el salario mínimo masivamente significaba que el coste habría sido soportado por las empresas, lo que habría dado lugar a un aumento significativo de los costes laborales perjudicial para el empleo. Es contradictorio con nuestros compromisos en competitividad.
¿Cómo impactan estas medidas?
Las medidas costarán alrededor de 10.000 millones. Suponemos un ligero aumento del déficit por la aceleración de la reducción de impuestos, pero estamos tomando medidas por 4.000 millones.
¿Hay medidas para las empresas?
Introduciremos un impuesto sobre los GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple) en 2019, siguiendo el ejemplo de algunos de nuestros socios, a la espera del impuesto europeo. Es injusto que la fiscalidad de estos grupos no esté en consonancia con la de otras empresas. Esto debería ingresar 500 millones.
¿El Estado tendrá que ajustarse?
En 2019, nos comprometeremos en un ejercicio de control del gasto. Tendremos que encontrar ahorros de entre 1.000 y 1.500 millones.
¿Qué responde a la prensa alemana, que dice que Macron ha convertido Francia en una nueva Italia?
Nuestra situación es muy diferente a la de Italia. La coherencia de nuestro proyecto está muy lejos de las ideas presentadas por las facciones del Gobierno italiano. Seguiremos modernizando el país con reformas como el seguro de desempleo, la función pública y las pensiones.
Macron mencionó que la tributación de los ejecutivos del CAC40 debe esta domiciliada en Francia...
Cuando usted preside una gran empresa con sede en Francia, debe pagar sus impuestos en Francia.
Algunos eurodiputados quieren ir más lejos en la fiscalidad de las rentas altas...
No estamos a favor de dar marcha atrás en la abolición del impuesto sobre la fortuna (ISF): ha mejorado el atractivo de Francia. La inversión extranjera ha aumentado, y Francia se beneficiará del Brexit. El ISF fue una desventaja para las empresas francesas.
Tras el atentado de Estrasburgo, algunos 'chalecos amarillos' presentaron teorías conspiratorias...
Estas acusaciones me consternaron. No me sorprendieron porque el embrujo de la conspiración, desafortunadamente, suele prosperar.
¿Cómo ve el encarcelamiento de Carlos Ghosn en Japón y el futuro del grupo Renault-Nissan?
Mientras no se haya dictado sentencia, se presume la inocencia de todos. Es el caso de Carlos Ghosn. Como muchos franceses, descubrí los rigores extremos del sistema procesal japonés. Por lo demás, creo que la cúpula de Renault ha tomado las decisiones correctas en los últimos días.