
Sin cambios. La inflación estadounidense se mantuvo intacta en el mes de noviembre ante el descenso de los combustibles y la subida de los alquileres y medicamentos. Los expertos esperaban un avance, hasta el 0,1%. En tasa interanual, el IPC retrocedió hasta el 2,2%, mínimos del año.
La inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y alimentos por su volatilidad, avanzó al 0,2% en noviembre, mientras que comparado con el mismo mes del año pasado se ubicó en el 2,2%.
La desaceleración de los precios en general está dando un respiro a los trabajadores estadounidenses. El salario ajustado a la inflación para los trabajadores, excepto los jefes, aumentó un 0,3% en el mes y un 1% en el último año, el mayor incremento en un período de 12 meses desde 2016.