
Al menos 135 personas han resultado heridas y 1.723 han sido detenidas, la gran mayoría en París, durante las protestas de este sábado del colectivo de los "chalecos amarillos", según ha informado la Policía. De estos detenidos, 1.220 han pasado a disposición judicial, según datos correspondientes a las 19.30 horas.
El balance global de la jornada según las autoridades es de 125.000 manifestantes, aunque el ministro del Interior, Christophe Castaner, ha asegurado que "la situación está bajo control". Castaner ha especificado que entre los heridos hay 118 manifestantes y 17 policías.
Junto a Castaner ha comparecido el primer ministro, Edouard Philippe, quien ha hecho un llamamiento al diálogo, aunque ha elogiado principalmente la labor de la Policía. "Hemos concebido un plan excepcional con un dispositivo centrado en la movilidad permanente de las fuerzas del orden", ha explicado.
Así, ha agradecido a todos los actores políticos y sindicales que han pedido calma durante la semana. "Ha llegado el momento del diálogo. Ha comenzado con debates en ambas cámaras del Parlamento y reuniones como la de Matignon, donde tuve la oportunidad de reunirme con una delegación de estos franceses. Debe continuar. La nación francesa debe cumplir. Ningún impuesto puede amenazar la unidad nacional", ha apostillado.
Movilizaciones y disturbios
El epicentro de las protestas ha sido por cuarto sábado consecutivo la zona de los Campos Elíseos, donde manifestantes violentos han lanzado objetos a los agentes desplegados, que respondieron con gas lacrimógenos.
También ha habido disturbios en la tarde del sábado en la zona de Saint-Augustin, donde se ha incendiado un coche de alta gama y hay escaparates rotos. En Trocadéro hay al menos 14 furgones de antidisturbios y dos blindados en la avenida Paul Doumer, donde se han producido saqueos de comercios.
En la zona del Ayuntamiento se ha declarado un importante incendio y hay un coche incendiado a las puertas de la sede consistorial. La Policía mantiene un importante dispositivo de seguridad en el lugar.
También en Bruselas se han producido detenciones, unas 400, después de una manifestación que ha reunido a más de un millar de "chalecos amarillos" belgas. Algunos individuos han lanzado adoquines y otros objetos contra los policías desplegados en el barrio donde se encuentra la sede de las instituciones europeas, completamente cerrado a la circulación de vehículos y peatones.
En los disturbios han resultado heridos al menos tres periodistas. Dos fotógrafos de 'Le Parisien' fueron alcanzados en la zona de los Campos Elíseos por proyectiles tipo "flash-ball", pelotas de goma diseñadas para labores antidisturbios. Uno de ellos recibió un impacto en la nuca y otro en la rodilla, ha informado el propio periódico.
Una periodista de la agencia de noticias A2PRL ha publicado una fotografía de un hematoma provocado igualmente por este tipo de proyectil y denuncia que recibió el impacto "mientras tenía mi brazalete de prensa claramente visible".
Las protestas de los "chalecos amarillos" coincide además con la manifestación a favor de medidas efectivas para frenar el cambio climático, que ha reunido a entre 17.000 y 25.000 personas, según las fuentes. La marcha ha culminado en torno a las 16.00 horas en la plaza de la República y se ha disuelto sin mayores incidentes. Los discursos y conciertos previstos han sido suspendidos por la negativa de las autoridades a permitir la instalación de un escenario.
Las provincias francesas también secundan las movilizaciones
Las movilizaciones de los "chalecos amarillos" se han reproducido por cuarto sábado consecutivo también en las provincias, aunque los incidentes más graves se han registrado en París. Fuera de la capital hay cortes de carreteras e importantes concentraciones en las principales ciudades del País.
En Marsella un millar de personas se han manifestado de forma pacífica, igual que en Pui-en-Velay (Alto Loira), donde la semana pasada fue incendiada la prefectura, informan medios franceses.
En Nantes decenas de "chalecos amarillos" se han manifestado por el centro de la ciudad y en Saint-Nazaire unas 400 personas han secundado la protesta. Una cifra similar a la de Tours.
En Niza han sido unas 500 personas las que han secundado la convocatoria para un minuto de silencio frente al Palacio del Mediterráneo "por todos los muertos y heridos en las manifestaciones después de tres semanas".
Al sur de Montélimar, los "chalecos amarillos" han bloqueado el acceso a la plataforma de Amazon y la de Easydis --que abastece al Grupo Casino--. Unas 1.600 personas se han manifestado en Narbonne.
En cuanto a los cortes, hay barricadas en la autopista A6 a la altura de Villefranche-sur-Saone en dirección a París-Lyon. La A10 también ha estado cortada durante la noche en dirección a Burdeos-París debido a la quema de palés en la calzada, aunque ha reabierto a mediodía.
También está bloqueado en ambas direcciones el paso de camiones entre Francia e Italia en los Alpes Marítimos a la altura de Ventimiglia. Este bloqueo se levanta cada media hora. También hay cortes desde primera hora de la mañana en la A9 a la altura de Narbonne, en la frontera con España cerca del paso de La Junquera. La autopista A7 también está bloqueado por manifestantes al sur de Valence y la A28 está cortada en Le Mans.
Impiden el acceso de camiones del País Vasco y Cataluña
En Burdeos, la A10 está cerrada en ambas direcciones entre los intercambios de Ambès al norte de Burdeos y Blaye-Montendre. Este cierre se debe a incendios de palés provocados por 'chalecos amarillos' durante la noche, informa France Blue . También están bloqueadas la A7 y la A6 entre Mâcon y Villefranche-sur-Saône, según el periódico Saône-et-Loire. En la A9 se han restringido las entradas y salidas por el sur de Narbonne.
En Irún (Guipúzcoa), los manifestantes están impidiendo el paso de camiones a Francia y la protesta está originando retenciones que a media mañana alcanzaban ya los cuatro kilómetros en la AP-8, en el peaje de Biriatou, según han informado fuentes del Departamento de Seguridad. Las mismas fuentes han indicado que los primeros problemas han empezado pasadas las nueve y media de la mañana cuando han comenzado las primeras retenciones de medio kilómetro hasta llegar a cuatro kilómetros en el peaje de Biriatou. El carril derecho de la AP-8 está ocupado por camiones y el izquierdo está libre.
Además, los Mossos d'Esquadra han cortado la AP-7 en Figueres (Girona) y desvían el tráfico por la N-II por la protesta en territorio francés de los 'chalecos amarillos', ha informado el Servei Català de Trànsit. Los manifestantes realizan el corte a la altura de la localidad francesa de Le Boulou, cerca de la frontera.
La policía catalana ha desviado los turismos que circulan en la AP-7 en dirección a Francia por la N-II, pero los camiones tienen el paso restringido y se han habilitado aparcamientos en Vilamalla (Girona).
Blindaje policial en París
La Torre Eiffel y otras importantes atracciones turísticas continúan cerradas. Por otro lado, la mayor parte de los comercios situados en el centro de la capital han reforzado sus protecciones y medidas de seguridad para evitar saqueos. El mobiliario urbano, por otro lado, ha sido retirado para prevenir que las barras de metal se utilicen como proyectiles.
Unos 89.000 policías han sido desplegados en todo el país. De ellos, unos 8.000 han sido destinados a París para evitar que se repita el caos del sábado pasado, cuando varios alborotadores quemaron automóviles y robaron tiendas en el famoso bulevar de los Campos Elíseos, además de rayar el Arco del Triunfo con mensajes dirigidos al presidente Emmanuel Macron.
Reto a Macron
A través de las redes sociales, los manifestantes han descrito este fin de semana como el "Cuarto Acto" de un dramático reto a Macron y sus políticas.
Las protestas de los 'chalecos amarillos', un movimiento llamado así por las chaquetas fluorescentes que los automovilistas franceses deben llevar en sus vehículos, comenzaron en noviembre debido a los problemas que produjo en los presupuestos de las familias un aumento del impuesto a los combustibles.
Desde entonces, las manifestaciones han crecido y se han convertido en una rebelión, a veces violenta, contra Macron. El movimiento ha sido difícil de manejar debido a que no tiene un líder formal. Las autoridades dicen que las protestas han sido apropiadas por elementos de extrema derecha y anarquistas, con tendencias violentas y que buscan propiciar el descontento social en un desafío directo a Macron y las fuerzas de seguridad.
Macron, cuya popularidad están en mínimos según sondeos, se ha visto obligado a dar marcha atrás y abandonar el impuesto a los combustibles.
Nuevas reivindicaciones
A pesar de la decisión del Gobierno, los 'chalecos amarillos' exigen más concesiones, incluida una rebaja de impuestos, alzas salariales, menores costos de la energía, mejores planes de jubilación e incluso la renuncia de Macron.
El presidente francés, quien no ha hablado en público desde que criticó los disturbios el sábado pasado mientras participaba de una cumbre del G-20 en Argentina, dará un discurso a la nación a comienzos de la próxima semana, ha anunciado su despacho.