
El Ministerio para la Transición Ecológica calcula que el año que viene el sistema gasista no incurrirá en pérdidas por primera vez desde hace una década. Según la propuesta de la Orden de peajes y cánones, a la que ha tenido acceso elEconomista, los costes reconocidos para 2019 ascenderán a 3.017 millones de euros, mientras que los ingresos serán de 3.022 millones, registrándose, por lo tanto, un superávit de 5,3 millones.
El presente año 2018, según los cálculos de la Memoria de la propuesta, se cerrará con un déficit de 421.905 euros, es decir, prácticamente en equilibrio, tal y como se esperaba. Gracias a ello, se producirá una ligera reducción del volumen de los actuales peajes en 2019, que descienden en 34 millones de euros, en línea con lo que viene sucediendo desde 2014.
Hasta este 2014 la deuda acumulada por los sucesivos déficit anuales -fruto de una demanda menor de la prevista y la dimensión del sistema- ascendía a 1.025 millones. Se espera que se cancele totalmente en 2023, ocho años antes de lo previsto inicialmente, gracias a los superávit anuales que se producirán en los próximos ejercicios; en 2024 los ingresos deberían superar los costes en unos 225 millones.
La principal partida de costes reconocidos del sistema le corresponde a la distribución, que experimenta una subida del 9%, alcanzando los 1.478 millones. Nedgia, la filial de Naturgy para esta actividad, se lleva la parte del león, con 1.025 millones, seguida por Madrileña Red de Gas, con 144 millones, Redexis, con 110 millones, y Nortegas, con 107 millones.
El capítulo del transporte, realizado en su inmensa mayoría por Enagas, se plantea una reducción del 1,7% hasta los 805 millones. La regasificación, también mayoritariamente en manos de dicha empresa, baja un 2,8%, hasta los 416 millones. Los almacenes subterráneos bajan un 2,2%, hasta los 97,7 millones.
Las cuentas de Castor
En relación al polémico almacén Castor, la propuesta le reconoce a Enagás los costes de mantenimiento y operatividad, que establece en 8,7 millones anuales desde 2017, al objeto de prevenir riesgos para el medio ambiente, el tráfico marítimo o, incluso, las estructuras geológicas. Y le mantiene la retribución por gestionar el sistema en 23,9 millones, aunque pedía una subida del 8,7%.
Tampoco acepta subir los ingresos a MibGas, al menos hasta que se apruebe la metodología de su retribución, que pedía 0,9 millones más que los 3,9 millones que cobra.
Adicionalmente, establece un peaje nulo para la inyección a la red del biometano -estaba pendiente de regular- y establece peajes para nuevos productos de carga y descarga de buques metaneros.