El Gobierno entrante tiene ya dos fichas en el tablero del Banco de México que deben ser ratificadas por el Senado. Ante la próxima salida del subgobernador Manuel Ramos Francia, que concluye su periodo a finales de diciembre, el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) propuso al economista Jonathan Heath, emanado de la iniciativa privada, para sucederle.
La noticia fue bien recibida por los mercados por ser un perfil que aporta pragmatismo y frescura a la Junta de Gobierno, integrada por cuatro subgobernadores y un gobernador.
La sorpresiva renuncia de Roberto del Cueto Legaspi a finales de noviembre por motivos de salud dejó otro asiento vacío que AMLO propone llenar con su economista de cabecera, Gerardo Esquivel, quien iba a ocupar la cartera de subsecretario de Egresos en el Ministerio de Hacienda, y por tanto, ha sido el principal responsable de la elaboración de los primeros presupuestos del gobierno.
En el ámbito financiero este toque de izquierda en el Banco Central no preocupa tanto como su cercanía al presidente, pues para algunos podría minar la autonomía del organismo. Esquivel, que está casado con la nueva ministra de Economía, Graciela Márquez, ha sido crítico con la política monetaria de Banxico por considerar que es "demasiado estricta".
Un tercer subgobernador, Javier Eduardo Guzmán, deberá ser relevado en 2020 con un perfil propuesto con el presidente.
Dirigido por Alejandro Díaz de León, el banco central mexicano subió recientemente su tasa objetivo al 8 por ciento, lo que supone el nivel más alto en una década, y según su minuta más reciente, la puerta está abierta para más aumentos en el costo del dinero.
La decisión de subir los tipos de interés se explica, en parte, porque se esperan mayores riesgos para la inflación, que lleva todo el año más de un punto por encima del objetivo del 3 por ciento. El dato de octubre arrojó un incremento en los precios del 4,9 por ciento, impulsado principalmente por los precios de los energéticos.
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, los combustibles se encarecieron un 77 por ciento, acompañados de la liberalización de los precios producto de la Reforma Energética.
Clima de incertidumbre
Pero desde Banxico también se han emitido advertencias sobre las decisiones de AMLO. La subgobernadora Irene Espinoza, única mujer de la Junta, indicó que los movimientos recientes en los mercados mexicanos "han sido de magnitudes superiores a los ocurridos en otras economías emergentes, lo que responde a iniciativas de política pública e iniciativas legislativas que han generado un clima de incertidumbre para la economía nacional, la sostenibilidad de las finanzas públicas y las condiciones futuras de la inversión privada".
El Banco de México también se mostró más pesimista sobre el crecimiento de la economía para 2019 y recortó su pronóstico a un rango de entre el 1,7 por ciento y el 2,7 por ciento, frente a una estimación previa de entre el 1,8 por ciento y el 2,8 por ciento.