
La coyuntura deficitaria de la Seguridad Social advierte un horizonte complejo para la jubilación, en términos de mantenimiento del nivel de vida. El CEO de Finizens, Giorgio Semenzato, hace un repaso de la coyuntura del sector público y privado de pensiones convencido de que la complementariedad será necesaria y aporta una visión refrescante de la contratación de planes de pensiones a través de la gestión pasiva como vehículo para hacer llegar el modelo de inversión a largo plazo a todo tipo de personas con independencia de su patrimonio y conocimientos financieros.
¿Cómo ve la sostenibilidad futura del sistema público de pensiones?
Teniendo en cuenta el aumento de la esperanza de vida y la mayor necesidad de ingresos para afrontar los costes de las pensiones, y un Fondo de Reserva que vemos en las noticias cada día cómo se está agotando, no va a ser sostenible mantener este sistema en las próximas décadas sin una reforma estructural acorde con la evolución de la sociedad.
¿Cuáles serían las medidas estructurales para reformar las pensiones?
Está claro que el sistema de capitalización tanto a nivel público como privado es inexistente en España. El sistema público es de reparto y, en el sistema privado, los planes de pensiones como vehículo preferente para la jubilación no han sido extendidos para asegurar el complemento a la pensión pública. Hay un fallo estructural que no se va a resolver solo; se necesitan estímulos para el sector privado y un pacto para que las pensiones no sean una herramienta política. Corremos el riesgo de que los intereses a corto plazo de los políticos perjudiquen los intereses a largo plazo de las personas.
¿Tiene que ver la cultura de ahorro en el hecho de que los planes privados tengan menos éxito que en otros países?
Hay estudios internacionales que apuntan que el nivel de cultura financiera en España es inferior a la mayoría de países comparables. El sistema público hasta ahora ha sido suficiente para cubrir las necesidades de los jubilados, pero la escasa cultura financiera o sensibilidad acerca del ahorro privado, y la inversión de este ahorro, hace que España esté perdiendo la batalla de la jubilación y se encuentre a la cola de los sistemas de pensiones en Europa. Finizens ha realizado un estudio que muestra cómo está a la cola en niveles de penetración de los vehículos financieros en la sociedad y también en la eficiencia de estos. Al contratar un producto de este tipo en España obtendrás menos rentabilidad que en otros países dada la configuración del sistema bancario y financiero tradicional. En España, en los últimos 15 años, los planes de pensiones han tenido una rentabilidad media del 2,7%, ligeramente por encima de la inflación, mientras que en Holanda ha sido el doble, tratándose del mismo vehículo financiero. La realidad es que hay un profundo problema con la jubilación y las medidas que se están tomando para solventarlo son insuficientes.
¿El mercado también está en desventaja con otros países en términos del marco regulador? ¿Qué papel juegan los bancos?
En España se fomenta la jubilación desde el punto de vista público con desgravaciones a las aportaciones a los planes de pensiones hasta 8.000 euros al año, pero se trata de un país altamente bancarizado con una alta penetración de este sector, casi de oligopolio. En el caso de los planes de pensiones, el 59% del patrimonio gestionado está en manos de cuatro bancos -CaixaBank, BBVA, Santander y Bankia-. Al estar muy concentrado el mercado en manos de pocos proveedores bancarios, estos se benefician en detrimento del perceptor final: con comisiones altas, más elevadas que en otros países, el 44% de los planes de pensiones tiene comisiones y gastos corrientes superiores al 1,5%. Cada euro gastado en comisiones es un euro menos de rentabilidad y un euro menos que te encontrarás en el momento de la jubilación.
¿Qué implica esto en términos de rentabilidad?
En España la comisión de gestión en promedio es un 1,18% y en Holanda un 0,39%, tres veces menos. El sector está configurado de forma desfavorable para el agente final, principalmente debido al oligopolio bancario que tiene un poder de prescripción muy alto y es capaz de imponer estas condiciones. Finizens pretende desintermediar ese escenario para que la persona, independientemente de su patrimonio o conocimientos financieros, pueda acceder a un producto más eficiente, más barato y más rentable, sin encontrarse barreras artificiales. En España, entre el 60 y 70% de los planes de pensiones solo cuenta con la aportación inicial. Es curioso que el pico de la contratación de planes de pensiones coincidió con la burbuja inmobiliaria: el banco ponía la condición de contratar algún tipo de vehículo para conceder la hipoteca. Quieras o no, el ciudadano común se veía forzado a aceptar condiciones que son desfavorables, y en ocasiones incluso abusivas, por lo que ofrecemos una solución más conveniente.
¿Desde qué instancia se debería regular la actividad del sector?
Una opción es desde el sector público, a través de Competencia, donde se podría determinar que el mercado financiero en temas de productos de jubilación con planes de pensiones muestra signos de falta de competencia, en los sectores regulados es importante regular esta competencia. Así, podría llegar este estímulo para la apertura del mercado a nuevos operadores. En el caso de pensiones se ha intentado con medidas públicas, como fijar una comisión máxima de gestión, pero la mayoría de los proveedores bancarios cobran la comisión máxima, y además hay costes añadidos que muchas veces son opacos para el cliente, incrementando el volumen de comisiones y restando rentabilidad al producto.
¿Cómo se diferencia Finizens del sector bancario? ¿Qué diferencias hay entre la gestión activa y gestión pasiva?
Nosotros aportamos valor desde dos vertientes: una que es la tecnología, aplicándola a la gestión de las inversiones de nuestros clientes que nos permite abaratar costes, y que después les trasladamos en concepto de ahorro en comisiones, lo que supone un plus de rentabilidad asegurado. Así, cuanto más ahorres, más te vas a encontrar en la jubilación. La segunda vertiente es el modelo de gestión pasiva que tiene varios pilares, pero que es más eficiente que la gestión activa, donde cada día tienes que adivinar en qué empresas o mercados invertir. En pasiva tenemos una cartera global muy diversificada que te permite reducir el riesgo, con fondos indexados -instrumentos de inversión con comisiones muy bajas-, lo que permite una inversión más rentable y con menor riesgo. En el largo plazo la diferencia con la gestión activa es más demoledora. Si consideramos los últimos 15 años, como se ha dicho, la rentabilidad media de los planes ha sido del 2,7%, en la cartera de gestión pasiva comparable, como la de Finizens, la rentabilidad ha sido del 6,19% al año, un 3,49% más de lo que gana el partícipe medio en España. Una persona que tiene 50.000 euros en un fondo de pensiones, que haya estado aportando durante 6 ó 7 años, y esté en una franja de edad superior a los 35 y que tenga un horizonte de inversión de 30 años, con un plan tradicional obtendría 111.000 euros, mientras que en Finizens -gestión pasiva- obtendría 303.000 euros, es decir, el triple. Eso quiere decir que la persona que invierte en el plan tradicional se está dejando por el camino 191.831 euros. Esta rentabilidad está basada en capitalización de los intereses, es decir, el interés compuesto, de modo que cada rentabilidad se invierte año a año.
¿En qué sector de la población se deben concentrar los esfuerzos para concienciar del ahorro? ¿Desde qué edad hay que comenzar a ahorrar?
La jubilación nos va afectar a todos, así que cuanto antes se empiece a ahorrar y a capitalizar ese ahorro, más puede actuar la magia del interés compuesto. No es lo mismo invertir 10.000 euros ahora que hacerlo dentro de diez años, porque es un tiempo en el que pierdes rentabilidad exponencial. Finizens elimina las barreras: puedes hacerlo desde casa y evitar las fricciones para afrontar esta planificación de la jubilación.
¿Qué trabas se puede encontrar el inversor que quiere comenzar a ahorrar para la jubilación?
En el sector privado, con los acontecimientos negativos que han ocurrido en torno al sector bancario, la gente ha perdido confianza en la propuesta de valor, principalmente de los bancos, con un rechazo a la oferta tradicional. También hay un problema de demora por un sesgo personal al no tener un horizonte de planificación a largo plazo y solo pensar en el presente. El tercer punto es un mensaje que debería llegar desde el ámbito institucional: si todos los días en el telediario se dedicasen 10 segundos a concienciar en invertir patrimonio para la jubilación, todo cambiaría. Sector público y privado deben trabajar de la mano con estímulos compatibles y que vayan en la misma dirección, y no confiar solo en que el Estado te asegurará la vida después de que dejes de trabajar y contribuir.
¿Cree que hay que incorporar otros pilares para la jubilación, como el ahorro en la empresa?
El plan ligado a la empresa a su vez está ligado al sector privado. El sistema público es difícil que sea sostenible a la larga de forma satisfactoria para los pensionistas, necesita ser complementado. Este complemento puede ir por el lado de la iniciativa individual, acumulando un patrimonio e invirtiéndolo en un plan de pensiones, o puede ser que la empresa te obligue a realizar esa aportación en forma de retención en tu salario, pero que luego te girará en forma de pensión. En los países anglosajones está muy implantado, puede ser un catalizador para acumular dinero y generar conciencia social.