Economía

Xi Jinping acerca la política comercial de China a España

  • El presidente chino aterriza en España unos días antes de ver a Trump
  • Es la primera visita de un jefe de Estado de China en 13 años
El presidente de China, Xi Jinping, durante la recepción de una delegación del Gobierno de Canarias en 2016. Imagen de Getty
Madrid / Nueva Yorkicon-related

Xi Jinping, presidente de la República Popular China, aterriza hoy en Madrid en lo que supone la primera visita de un jefe de Estado chino a España en 13 años. Se trata de una ocasión que tanto el Ejecutivo oriental como el español quieren aprovechar para acercar posturas sobre todo en el campo económico, con la reunión del G-20 que se celebra esta semana como telón de fondo.

De hecho, en su última reunión el Consejo de Ministros autorizó la firma de un convenio con China para eliminar la doble imposición en relación con los impuestos sobre la renta y prevenir la elusión y evasión fiscales. De esta manera, que se quiere facilitar lo máximo posible la relación comercial entre ambos países, así como la inversión china.

Ambos países buscan dar un impulso a la relación bilateral en múltiples órdenes, desde el político bilateral, el geopolítico, el económico, el educativo-lingüístico y el científico, entre otros. Para ello, Xi llega acompañado por un amplio séquito diplomático empresarial y mantendrá reuniones de alto nivel gubernalmental, incluyendo citas con el Rey y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez -una reunión de trabajo tras las que se supone que firmarán varios acuerdos-, así como un discurso en el Senado y un acto en la Casa de la Villa para recibir las llaves de Madrid.

Tensiones

Esta misma semana, tras meses escalando las tensiones arancelarias y con Estados Unidos gravando ya más de la mitad de las importaciones chinas que llegan al país, el presidente Donald Trump y su homólogo chino se verán cara a cara en la Cumbre del G-20 en Buenos Aires, Argentina.

Un acercamiento orquestado por el ala más globalista de la Casa Blanca que incluye al director del Consejo Económico Nacional, Larry Kudlow, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, quien según algunos medios ha caído en desgracia de Trump por haber respaldado a Jerome Powell como presidente de la Reserva Federal. Aún así, las expectativas siguen siendo moderadas, con los expertos descontando que no se lograrán medidas concretas. "Esperamos que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China empeoren antes mejorar", reconoce César Rojas, economista de Citi. "Si bien vemos una pequeña ventana de oportunidad para relajar las tensiones comerciales, esto requerirá que China muestre algún tipo de voluntad de hacer concesiones adicionales", añade.

Mientras Trump no ha dudado en mostrarse algo más optimista en las últimas semanas, la meta de su cena con Xi es establecer un marco que conduzca a futuras negociaciones comerciales. El mandatario chino estará acompañado por su equipo negociador, liderado por Liu He, su viceprimer ministro, quien mantendrá contacto directo con Mnuchin. Quien no estará presente en Buenos Aires es Peter Navarro, prinicipal consejero comercial de la Casa Blanca y uno de los principales opositores de Pekín.

Acercamiento limitado

De todas formas, el reciente acercamiento entre las dos economías más grandes del mundo sigue siendo limitado. Recientemente, la Oficina del Representante Comercial de EEUU concluyó que pese a los aranceles impuestos hasta ahora, "China no ha alterado fundamentalmente sus prácticas injustas, irrazonables y que distorsionan el mercado comercial".

Tampoco podemos pasar por alto cómo en la última edición del Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) no solo se omitió el publicar un comunicado final por las desavenencias con China sino que el propio vicepresidente de EEUU, Mike Pence, amenazó con más represalias que intensificarían la guerra comercial contra la nación asiática.

"La Administración estadounidense está buscando señales de que China está abierta a hacer algunas concesiones, que incluyen el reequilibrio de la brecha comercial, un mayor acceso al mercado y cambios estructurales en la gestión de prácticas no comerciales", destaca Rojas quien incide que si las negociaciones fracasan, Washington está listo para seguir instaurando nuevas sanciones. Es importante tener en cuenta que, a día de hoy, Washington está listo para aumentar sus aranceles sobre productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares.

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