
La ministra de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet, anunció ayer en Bilbao que el Gobierno central prevé elaborar un calendario de traspaso antes de finalizar el año, de las materias pendientes de transferir a Euskadi.
Este calendario incluirá prisiones, pero no la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, aseguró Batet. En este sentido, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, afirmó que el Ejecutivo no renunciará a la transferencia de la gestión de la Seguridad Social, aunque reconoció que "no se va a hacer una prioridad del traspaso, por ser una materia tremendamente compleja".
Este anuncio se realizó tras la reunión en la capital vizcaína de la Comisión Mixta de Transferencias, que oficializó los traspasos del tramo de la autopista AP-1, entre Armiñón y Burgos, así como las líneas de ferrocarril Alonsotegi-Barakaldo y Bilbao-Basauri, cuya competencia dictaminó el Tribunal Constitucional en 2016 que correspondía a Euskadi.
La Comisión Mixta -presidida por Batet y Erkoreka- no se celebraba desde 2011, cuando se hicieron las últimas transferencias.
A descontar del Cupo
Euskadi gestionará las transferencias del tramo de la autopista AP-1, entre Armiñón y Burgos, y de las dos líneas de ferrocarril traspasadas a partir del próximo 1 de enero de 2019, y los 426.000 euros que suponen se descontarán cada año del Cupo.
El portavoz del Gobierno vasco explicó que tras "siete años de sequía e incomunicación esa etapa ha quedado hoy definitivamente superada".
Los dos acuerdos adoptados se formularán como decretos de ampliación de transferencias que se publicarán, próximamente, de manera simultánea en los boletines oficiales del Estado y Euskadi.
La secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, que mantuvo un encuentro con Meritxell Batet, destacó "el compromiso de todos los socialistas con el autogobierno vasco, como instrumento de la vertebración de la convivencia democrática y generador de bienestar para la ciudadanía".