
La inflación general de EEUU se emplazó en el 2,5% en octubre, en gran parte debido al rebote de los precios energéticos. Además, la inflación subyacente, que excluye la energía y los alimentos, se situó en el 2,1%. En este contexto, los indicadores de actividad continúan apuntando a avances significativos en el último trimestre del año.