El Govern constata que no dispone de los apoyos suficientes para aprobar los Presupuestos autonómicos. El paso de la CUP a la "oposición activa" desde el primer minuto de la investidura de Joaquim Torra como president y la pérdida de cuatro escaños por par-te de los grupos parlamentarios que apoyan al Ejecutivo soberanista (tras la renuncia de los diputados de JxCat procesados por rebelión) agravaron su situación de minoría. Además, el Govern comprobó esta semana la mala predisposición de los comunes a pactar las Cuentas autonómicas, especialmente tras el rechazo de ERC y PDeCat a apoyar los Presupuestos del Estado, pactados por el PSOE y Unidos Podemos.
Margen fiscal limitado
Ante esta situación, el vicepresidente de la Generalitat y conseller de Economía y Hacienda, Pere Aragonès, anunció que la semana que viene iniciará una ronda de contactos con los grupos parlamentarios catalanes para intentar desbloquear sus posiciones contrarias a avalar los Presupuestos. Así lo avanzó en el pleno del Parlament, donde se mostró dispuesto a revisar la fiscalidad, en un intento de seducir a CatComú-Podem, si bien advirtió de que "el margen es reducido" y el impacto recaudatorio de cualquier cambio "no sería inmediato".
En esta ronda de contactos, que llevará a cabo a partir de la próxima semana, Aragonès prevé trasladar a los grupos las cifras de unas Cuentas "valientes" para "acabar de revertir los recortes", por lo que solicitó que "no haya voluntad de veto". El gasto corriente consignado se situará en niveles parecidos al de los Presupuestos de 2009 y 2010, aunque seguirá condicionado por el modelo de financiación actual, que supone el 95 por ciento de los ingresos presupuestarios del Govern, según Aragonès.
El conseller también recordó que la regla de gasto no permite incrementar sus desembolsos en más de un 2,7 por cien.