La agencia de calificación Standard & Poor's ha mantenido el rating de BBB a Italia, aunque ha rebajado la perspectiva desde "estable" a "negativa", dado que prevé un deterioro para las cuentas del país transalpino.
El gobierno de Conte se niega por el momento a presentar a la Unión Europea unos presupuestos para el próximo año que se atengan al Pacto de Estabilidad comunitario, excediendo ampliamente el objetivo de déficit público marcado por Bruselas.
"Desde nuestro punto de vista, la configuración de la política económica y fiscal del gobierno italiano está afectando las perspectivas de crecimiento económico del país, un factor crítico de la trayectoria de la deuda del gobierno con el PIB", señala S&P, agregando que dichas políticas han erosionado la confianza del inversor, que se ha traducido en el incremento del interés del bono italiano.
"Estimamos un déficit presupuestario para 2019 cercano al 2,7% del PIB, contra el objetivo del gobierno del 2,4%", apuntan.
"La perspectiva negativa refleja el riesgo de que la decisión del gobierno de aumentar aún más el endeudamiento público - además de exacerbar la ya débil posición presupuestaria de Italia - sofocará la incipiente recuperación del sector privado", explica la agencia de calificación.
Hace unos días, la agencia Moody's sí rebajó la nota italiana hasta Baa3, situándola a apenas un escalón del bono basura. "La tendencia de la deuda pública es vulnerable a las perspectivas de un crecimiento económico más débil, lo que haría que la ratio de deuda pública aumentara más de su ya elevado nivel", alegaron.
