
El Gobierno negocia con los agentes sociales una subida de las cotizaciones máximas para el próximo año que arrancará desde un 5% de incremento. Fuentes conocedoras de la negociación explican a elEconomista que el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social ha defendido que las cotizaciones máximas se revalorizasen en igual porcentaje que las mínimas. Por este motivo, antes de que se anunciase la subida del SMI a 900 euros, la voluntad del Ejecutivo era cumplir con el acuerdo alcanzado en diciembre, según el cual el SMI, y por tanto la base mínima de cotización, se incrementase un 5% en 2019. De aquí que el objetivo defendido por Empleo sea revalorizar igualmente un 5% las cotizaciones máximas.
Sin embargo, el pacto con Unidos Podemos supone que el SMI se incrementará un 22% a partir del 1 de enero (de 735,9 euros al mes por 14 pagas a 900 euros) y, por tanto, la base mínima deberá crecer en el mismo porcentaje. Una cifra que el Gobierno considera excesiva, por lo que se ha abierto un debate en el seno del Ejecutivo, que todavía no se ha cerrado.
Fuentes del Ministerio de Trabajo se limitan a confirmar que la subida de las cotizaciones máximas está pendiente del diálogo social y que de momento no hay tomada una decisión. Ni siquiera confirman si finalmente se producirá la subida del 5%, que el Gobierno ha barajado en todo momento antes del pacto con Pablo Iglesias.
En diciembre del pasado año, CEOE y Cepyme -en representación de las empresas-, UGT y CCOO -por los trabajadores- y el Gobierno de Mariano Rajoy alcanzaron un acuerdo para elevar el Salario Mínimo Interprofesional un 4% para el presente 2018 (735,9 euros mensuales o 10.302 anuales) y se marcó el objetivo de llegar progresivamente a los 850 euros al mes en el 2020 en 14 pagas.
En aquel entonces se cuantificó en más de medio millón de trabajadores los beneficiarios de la elevación del SMI.
La CEOE se mostró especialmente molesta con el acuerdo alcanzado entre Podemos y el Gobierno al saltarse el acuerdo previo que la patronal considera vinculante para el Ejecutivo de Sánchez, heredero de todos los compromisos adquiridos por su antecesor. De hecho, desde la patronal se anunció que la subida a 900 euros del salario mínimo ponía en "peligro del diálogo social", lo que dificulta las negociaciones actuales para determinar la revalorización de las bases máximas de cotización.
Actualmente, la base máxima de cotización está fijada en 3.803,7 euros al mes, aunque contabilizado por 12 pagas, a diferencia del SMI, lo que supone un tope de ingresos anuales de 45.644 euros. De subirse un 5% las bases máximas de cotización, se elevarían en 2.282 euros, colocando el tope en 47.926 euros. Sobre esta base, la cotización supone el 28,3%, 13.563 euros, lo que elevaría el salario bruto máximo hasta los 61.489 euros.
De la aportación a la Seguridad Social, el empleador hace frente al 23,6% y el trabajador el otro 4,7%. Por tanto, de elevarse un 5% la base máxima de cotización, el coste para la empresa de un trabajador hoy en base máxima subirá en 538 euros anuales por cada empleado cuya nómina esté en el tope y el trabajador verá reducida su nómina en 107 euros anuales.
Pero tendría un efecto positivo para las cuentas de la Seguridad Social. De hecho, la subida del SMI reportará 1.700 millones extra.