Economía

La 'insurreción' italiana salva, por ahora, a España de un dictamen más duro

  • La Comisión analizará la credibilidad de los ingresos vía impuestos
  • El esfuerzo estructural del 0,4% del PIB asegura a España el pase de la UE
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Foto: Getty
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Los socios del euro tenían hasta el lunes a media noche para enviar a Bruselas sus borradores presupuestarios para el ejercicio 2019. A partir de este martes la Comisión Europea escudriñará las previsiones de ingresos y de gastos de los 19 países que comparten la moneda común, gracias a los poderes que ganó en 2013 para mejorar la vigilancia fiscal. El Pacto de Estabilidad necesitaba volver a tensarse, tras los giros dados sobre todo por Francia y Alemania para aligerar su aplicación.

- Nuevas normas, ¿un instrumento útil para controlar las cuentas?

En plena salida de la crisis financiera, los países de la UE aprobaron casi una decena de nuevas normas entre los años 2011 y 2013 para reforzar la vigilancia de sus cuentas públicas y mantener en forma sus economías. Sus defensores, entre ellos la propia Comisión, argumentan que el complejo proceso del llamado semestre europeo ha llevado a que todas las economías del euro tengan hoy un déficit inferior al 3% de su PIB. Sin embargo, les ha llevado más de una década conseguirlo, mientras que la elevada deuda continúa siendo un problema para una mayoría de ellas. Además, una aplicación muy estricta de las normas provocó que Europa se auto infligiera una segunda recesión en 2011-2012.

- ¿Demasiada flexibilidad?

La Comisión de Jean-Claude Juncker aflojó el corsé fiscal para apoyar la recuperación en 2015. Pero según los críticos, este paso ha mermado la capacidad del Pacto de Estabilidad para vigilar las cuentas. El Consejo Fiscal Europeo indicó la semana pasada que la flexibilidad introducida, por ejemplo en casos de inversión o de aplicación de reformas estructurales, ha provocado que los países no reduzcan su abultada deuda en periodos de bonanza como puede considerarse el del año pasado, lo que debería ser el objetivo primordial cuando los países están en el brazo preventivo del Pacto. Éste es el caso de todos los socios menos de España, que se espera que salga del procedimiento de déficit excesivo a lo largo de 2018.

- Italia somete sus Cuentas a una prueba de credibilidad

La decisión del Gobierno italiano de mandar un Presupuesto claramente expansivo (alrededor de un 0,8% de su PIB) representa un claro desafío a las normas, dado que Bruselas demandaba un ajuste del 0,65%. El déficit para 2019 se multiplicará por tres hasta el 2,4% en comparación con la meta del anterior Gobierno. Con este telón de fondo se espera que la Comisión rechace por primera vez un Presupuesto nacional en unas dos semanas, si no consigue convencer a Roma a finales de esta semana para que introduzca un mínimo ajuste que permita salvar a todos la cara, según adelantaron fuentes europeas a este diario.

A finales de este mes se le daría a Italia tres semanas para presentar unas cuentas enmendadas. Si los populistas del Movimiento 5 Estrellas y la extrema derecha de la Liga se atrincheran, Bruselas podría terminar por abrir un procedimiento de déficit excesivo al país. Las mismas fuentes consultadas advirtieron que la Comisión debe aplicar estrictamente las normas con Italia para mantener la credibilidad del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

- Un respiro contenido para el Gobierno de España

El Gobierno de España finalmente incluyó un esfuerzo estructural del 0,4% de su PIB (unos 4.500 millones) que le asegurará un pase "en líneas generales" con el ajuste demandado por Bruselas (0,65% del PIB). España incluso tenía margen para haber apurado más la flexibilidad y haber reducido la carga del ajuste, pero hubiera implicado que quedaría menos margen para desviarse de la meta el año que viene.

No obstante, ahora queda el análisis de la CE para ver si las previsiones de ingresos vía nuevos impuestos resultan creíbles, o por el contrario son una ficción, y cuántos de ellos se pueden considerar medidas estructurales.

La Comisión Europea tiene previsto emitir a finales de noviembre su opinión sobre el plan presupuestario remitido por el Gobierno español, probablemente durante la semana que comienza con el lunes día 19, junto con sus dictámenes sobre los borradores enviados por el resto de miembros de la eurozona. El 8 de noviembre, el Ejecutivo comunitario presentará sus últimas previsiones, en las que actualizará sus proyecciones de crecimiento y déficit público del conjunto de la eurozona.

- Grecia vuelve a la supervisión ordenada

Este ciclo será el primero que incluya a todos los socios del euro, tras la salida de Grecia de su rescate de ocho años el pasado mes de agosto. Tras superar la fase de rescate, las economías sometidas a un programa de ayuda, como ha sido el caso griego, son objeto de una supervisión macroeconómica y fiscal mucho más estrecha por parte de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y el Mecanismo Europeo de Estabilidad.

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