El PSOE y Podemos negocian a toda máquina los presupuestos de 2019. La formación de Pablo Iglesias ha levantado las cartas y pide al Gobierno de Sánchez una subida de impuestos de 10.500 millones que recaiga en rentas altas, grandes fortunas, bancos y tecnológicas. El objetivo de la formación es financiar medidas como un nuevo bono social eléctrico y una tarifa energética reducida para la primera residencia.
Actualmente, el tipo máximo aplicable en el IRPF a las rentas del trabajo es del 45% para rentas superiores a los 60.000 euros. Podemos quiere aumentar la presión fiscal para aquellas personas que declaran ingresos superiores a 120.000 euros, sin modificar la tributación de los ingresos inferiores a esa cifra.
El tipo pasará al 48% el tramo de las rentas comprendidas entre 120.000 y 150.000 euros; hasta el 50% el tramo entre 150.000 y 300.000 euros; y hasta el 52% las rentas por encima de 300.000 euros.
La propuesta de los de Pablo Iglesias contempla con esta medida aumentar la recaudación en 1.000 millones de euros. Pero no solo tocará las rentas de trabajo, también las rentas del ahorro de los que más ganan.
"Para aquellos contribuyentes cuyas rentas totales superen los 120.000 euros, el tipo máximo aplicable a la rentas del capital superiores a 50.000 euros se elevarán del 23% al 26%, y a partir de una base imponible total superior a 300.000 euros, se elevará hasta el 30%, detalla el documento.
Además, el partido propondrá al Gobierno un impuesto extraordinario a las grandes fortunas con un tipo del 1% para los patrimonios que superen los 10 millones de euros. Según las estimaciones del grupo, la recaudación ascendería a 1.500 millones.
La formación morada pretende que el Gobierno recupere la idea inicial de un impuesto a la banca
En los planes fiscales de Podemos de cara a los Presupuestos, la creación de nuevos tributos, como el de transacciones financieras (con el que esperan recaudar 1.300 millones y una tasa a grandes empresas digitales (1.200 millones).
Para el primero, se implantaría gravar con un 0,2% las compra-ventas brutas de acciones, y con un 0,02% las operaciones con derivados. Para el segundo, propone la creación de un impuesto del 3% sobre la facturación en España para aquellas empresas que facturen al año más de 750 millones de euros en todo el mundo.
Entre los impuestos que la coalición de izquierdas propone subir destaca el impuesto específico a la banca (elevaría 10 puntos el tipo impositivo de Sociedades al sector durante cinco años para recuperar el dinero del rescate, con una recaudación esperada de 1.000 millones el primer año.
Asimismo, han presentado un conjunto de medidas para aumentar la recaudación en el Impuesto de Sociedades, fijando un suelo del 15%, el 20% para entidades financieras y empresas de hidrocarburos, y limitando las exenciones y las compensaciones fiscales.
Así, proponen eximir sólo el 95% de las rentas obtenidas en el extranjero, y eso en caso de que hayan estado sujetas a una tributación similar a la española, limitar a cuatro años el período para compensar bases negativas y revisando la fiscalidad de sicavs y socimis.
Por otro lado, Unidos Podemos pide aumentar la recaudación en otros 500 millones acabando con la exención del IBI en los bienes de la Iglesia, e imponer un cargo a la "sobrerretribución" de la que, denuncian, gozan las compañías eléctricas por la producción de energía en centrales ya amortizadas, como las hidráulicas o las nucleares.