Economía

Italia podría pedir al BCE que prolongue los estímulos para mantener a raya los intereses de su deuda

  • Sin las compras del BCE, el interés de la deuda italiana podría dispararse
  • El país tiene que afrontar grandes vencimientos en 2018 y 2019
  • La falta de compromiso fiscal pone a los bonos italianos en el punto de mira

Pequeño descanso para la deuda italiana tras unos días complejos en los que la rentabilidad de los bonos soberanos ha subido con fuerza ante la falta de compromiso del Gobierno con la consolidación fiscal. Esta jornada, el interés del bono italiano a 10 años cae hasta el 3,16% frente al 3,20% que alcanzó ayer martes. Además, hoy se especula con la posibilidad de que el Gobierno de Giussepe Conte pida al Banco Central Europeo (BCE) que prolongue el programa de compra de activos, lo que mantendría a raya el interés de los bonos italianos.

Según publica el diario italiano La Stampa, el Gobierno de Italia podría pedir al BCE una nueva ronda de estímulos tras el fin del programa actual, que caduca a finales de 2018. El ejecutivo italiano teme que con el fin del QE (siglas en inglés del programa de estímulos) la rentabilidad de sus bonos se dispare encareciendo el coste de financiación de un país cuya deuda pública supera el 130% del PIB.

El Gobierno se ha reunido recientemente con representantes de China y EEUU en un intento por encontrar el apoyo financiero de estas potencias. Italia quiere impedir a toda cosa que se incrementen los costes financieros ligados al pago por intereses de la deuda más abultada de Europa en términos absolutos. Esta situación ahogaría sus presupuestos al verse directamente aumentada la partida de gastos financieros.

Italia tendrá que emitir alrededor de 380.000 millones de euros en 2018 y 2019 para renovar los vencimientos de su deuda pública cada año. Sin las compras del BCE y con la hoja de ruta fiscal pregonada por el viceprimer ministro italiano, Luigi Di Maio, el interés puede subir con fuerza, lo que podría recrear un escenario que recordase a la crisis de deuda de la Eurozona de 2012.

La incertidumbre del déficit

Di Maio ha confesado a un diario italiano que el déficit público del país podría superar el techo de la Unión Europea del 3% del PIB el año que viene. Este descuadre fiscal, junto al bajo crecimiento del país, el fin de las compras de bonos del BCE y los vencimientos de deuda en Italia pueden ser una tormenta perfecta sobre los bonos soberanos italianos.

Por todo lo anterior, Italia es uno de los países más interesados en las compras del bonos del BCE, que actúa casi como un perfecto cortafuegos cuando los inversores privados deciden alejarse de la deuda transalpina. No obstante, a pesar de los esfuerzos del instituto monetario, la diferencias entre las rentabilidades de diferentes bonos soberanos existen y en Italia están aumentando desde la llegada al poder del Movimiento Cinco Estrellas y la Liga Norte.

Ayer mismo, tras las palabras de Di Maio, el rendimiento a 10 años de Italia, utilizado como referencia para el conjunto de la deuda soberana del país, tocó un máximo de tres meses hasta el 3,21% (ahora se mueve cerca del 3,14%). Por otro lado, el interés del bono a cinco años llegó hasta el 2,47%, el nivel más alto desde principios de junio. No obstante, el interés de la deuda a todos los plazos se ha relajado levemente durante la jornada de hoy. Probablemente, cualquier extensión del QE reduciría aún más las tensiones en el mercado de deuda del país.

La mayor deuda de Europa

La preocupación por el gasto público italiano se enmarca en los ya elevados niveles de deuda del país. Con una relación deuda/PIB superior al 130%, es una de las naciones más endeudadas de Europa en términos relativos, mientras que en términos absolutos ocupa la primera posición con 2,323 billones de euros.

También hay inquietud sobre la calificación crediticia del país, ya que las tres principales agencias de calificación crediticia deberán revisar el rating que asignan a la deuda de Italia en las próximas semanas. El fin del QE también puede jugar en contra de la calificación crediticia de la deuda italiana.

El Gobierno desmiente la petición

Sin embargo, pocas horas después de esta filtración, el viceprimer ministro italiano, Luigi Di Maio, ha asegurado este miércoles que su país no había pedido al Banco Central Europeo (BCE) que comprara bonos italianos en caso de que los planes de gasto del Gobierno para 2019 dieran lugar a una pérdida de confianza entre los inversores.

Preguntado sobre la información del periódico italiano Di Maio ha asegurado a los periodista que "no estamos pidiendo ayuda a nadie porque no hay un ataque especulativo".

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