
Las vacaciones de verano en el mercado de bonos podrían ser largas para Turquía, al menos para los bonos denominados en divisa extranjera. Si los inversores extranjeros se niegan a financiar nuevas emisiones de agentes turcos (empresas y gobierno), Turquía estaría mucho más cerca del rescate del Fondo Monetario Internacional o del impago de la deuda denominada en moneda extranjera que vaya venciendo.
Las nuevas emisiones en dólares, incluidos los bonos del gobierno y el sector empresarial, han desaparecido y no se registran emisiones desde abril, de acuerdo con los datos que reunió Bloomberg. Y como las caídas de los bonos de empresas están entre las peores de los mercados emergentes en un contexto de derrumbe de la lira, el mercado de la deuda en dólares podría seguir cerrado durante más tiempo.
La semana pasada Estados Unidos anunció sanciones a dos ministros turcos por mantener detenido a un pastor estadounidense acusado de espionaje y cargos relacionados con el terrorismo, lo que ha tensado sobremanera las relaciones bilaterales entre ambos países.
El rendimiento de la deuda turca se disparó y la lira cayó a nuevos mínimos después de que el presidente Recep Tayyip Erdogan prometiese tomar represalias y dijera que la economía del país está bajo un ataque. La lira se ha debilitado un 7,4% frente al dólar este mes, llevando el descenso del año hasta el 28%.
"Diría que en este momento el mercado primario está cerrado para Turquía", señala Meno Stroemer, responsable de bonos de empresas en Zúrich de Fisch Asset Management, que administra unos 10.000 millones de dólares. "Tenemos a Estados Unidos transmitiendo a viva voz el mensaje de que una escalada de las sanciones es una firme posibilidad. Hemos visto lo que las sanciones pueden hacer en Rusia, y las cosas pueden ponerse muy complicadas y problemáticas; ese claramente es un riesgo que los inversores están evaluando".
Los tenedores de bonos que invirtieron en deuda empresarial turca en moneda extranjera perdieron 10% este año, aún más que en Argentina, que tuvo que recurrir al Fondo Monetario Internacional para obtener financiación de emergencia. Los bancos turcos emitieron cuatro de los 10 bonos corporativos de los que peor desempeño han tenido este año, de acuerdo con los datos que reunió Bloomberg.
El rendimiento promedio de la deuda turca en dólares supera el 7,4%, niveles similares a los de Pakistán o Nigeria, países que tienen una calificación crediticia mucho más baja. Pero ni siquiera eso podría bastar para compensar a los inversores por los riesgos de nuevas sanciones de EEUU.
"La demanda de los inversores extranjeros todavía puede gestionarse con los rendimientos ofrecidos hasta cierto punto", explica Okan Akin, analista de crédito de AllianceBernstein en Londres. "Si las sanciones estadounidenses se agravan, Turquía podría quedar completamente excluida de los mercados, riesgo no despreciable tal como están las cosas en este momento".
El precio (inverso al interés) de los bonos denominados en dólares con vencimiento en junio de 2028 emitidos por Turkiye Is Bankasi As han caído un 27%, mientras que los títulos de marzo de 2017 de Akbank TAS han descendido un 23%.
Los altos rendimientos del mercado secundario podrían significar que los emisores esperan a que los precios de los activos se estabilicen antes de sondear las aguas, aun cuando tienen 17.000 millones de dólares de deuda en moneda extranjera que vence a finales del año que viene, de acuerdo con los datos que reunió Bloomberg.
Claudia Calich, gestora de fondos en M&G en Londres, señala en declaraciones a Bloomberg que "hemos vivido una venta masiva y llegados a este punto no parece que haya un fin a la vista... en teoría deberían tener acceso a los mercados, pero en la práctica esto parece bastante complicado".