Economía

Turquía podría pedir un rescate al FMI para detener la debacle de la lira

  • El interés del bono a tres años se ha disparado hasta el 23%
  • La lira turca acumula una caída del 28% frente al dólar en el año

Con la inflación cerca del 16% y la lira profundizando en sus mínimos históricos, Turquía podría plantearse pedir un rescate al Fondo Monetario Internacional (FMI) para detener esta sangría que esta desestabilizando las finanzas del país. No hay agosto tranquilo en los mercados. Si otros años China y las devaluaciones del yuan protagonizaron el verano, este año Turquía y la lira llevan camino de convertirse en el factor a vigilar por los inversores de medio mundo.

La fortaleza del dólar está dejando al aire las 'vergüenzas' de los países emergentes que presentan más desequilibrios, como ha ocurrido con Argentina, que pidió de forma oficial ayuda al FMI el pasado mes de mayo para frenar la depreciación del peso ante la aguda fuga de capitales que sufría el país. Ahora podría ser el turno de Turquía, según publica la agencia Bloomberg.

La lira turca profundiza en sus mínimos históricos ante la creciente preocupación por la disputa diplomática con Estados Unidos. Aunque los problemas del país vienen de lejos y son muchos (déficit por cuenta corriente crónico, fuerte endeudamiento de las empresas en divisa extranjera...), este conflicto con EEUU podría ser la gota que colme el vaso. En la jornada presenta, la disputa con EEUU ha eclipsado el intento del banco central para frenar la caída de la lira, que se sitúa en los 0,186 dólares por unidad de la divisa turca.

Los dos países se han distanciado durante las últimas semanas, después de que Turquía decidiese la semana pasada no liberar a un pastor estadounidense acusado de espionaje por quien el Gobierno de EEUU ha estado intercediendo durante los últimos días.

El hundimiento de la lira

La lira corrige más de un 4% en dos sesiones, mientras que el tipo de interés de los bonos soberanos a 3 años ya alcanza el 23%. Tras la caída de la divisa, el banco central ha reducido el límite superior para la facilidad de mantenimiento de divisas dentro del mecanismo de opciones de reserva, medida que los analistas consultados por Bloomberg consideran insuficiente para sostener el tipo de cambio la lira.

"Esto es una ridiculez y el hecho de que esto sea todo lo que pueden hacer mientras la lira está en caída libre es bastante decepcionante", comenta Win Thin, estratega de Brown Brothers Harriman, en Nueva York.

La lira ya se encontraba está bajo presión por los elevados déficits de cuenta corriente del país y el rápido crecimiento de la deuda externa. Esta situación ha llevado a la lira a perder un 28% frente al dólar en lo que va de año. Esta depreciación ha obstaculizado la capacidad de las empresas para pagar sus préstamos en divisa extranjera, ha disparado la inflación y ha ejercido presión sobre el banco central para que siga aumentando las tipos, una decisión clave para sostener el tipo de cambio de la lira pero que la vez puede terminar lastrando al crecimiento económico, ya que unos tipos demasiado altos pueden mermar la inversión y el consumo doméstico.

Per Hammarlnd, director de mercados emergentes en SEB, explica a Bloomberg que "es muy difícil prever qué van a hacer las autoridades... pero el momento en el que Turquía se va a ver obligada a pedir apoyo al FMI está cada vez más cerca".

Por otro lado, Shamaila Khan, director de mercados emergentes en AllianceBernstein, cree que Turquía también podría implementar controles de capital para evitar que los inversores sigan sacando el dinero fuera del país, lo que está afectando a la lira y a la inversión. "Los controles de capital son más que un riesgo de cola". No obstante, lo que la lira realmente necesita "es la independencia del banco central, una política fiscal más austera y un programa de ayuda del FMI".

Pérdida de confianza en la economía

La confianza en la economía del país ha caído en picado en los últimos meses, no sólo por el desplome de la libra, algunas decisión del presidente turco Recep Tayyip Erdogan están pesando sobre la confianza, como por ejemplo el nombramiento de su yerno como ministro de Finanzas o la reducción de la independencia de la que gozaba el Banco Central de Turquía.

Además, el aumento de los precios del petróleo añadirán mayor presión sobre el déficit por cuenta corriente del país, que ya se encuentra cerca del 7% del PIB. Los economistas UBS creen que los agentes turcos necesitan refinanciar a corto plazo deuda externa por valor del 28% del PIB, lo que está generando en parte estas tensiones.

Los déficit por cuenta corriente continuados están incrementando la dependencia de la economía turca del exterior. La posición de inversión internacional neta se ha deteriorado en diez puntos porcentuales del PIB en poco más de 6 años.

De confirmarse la ayuda, Turquía sería el segundo país emergente este año en pedir ayuda al FMI para mantener el equilibrio de sus finanzas. Argentina pidió formalmente a la institución 50.000 millones de dólares para frenar la depreciación del peso y la fuga de capital del país.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky