
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, ha anunciado su inicio de conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir una "línea de apoyo financiero" por la situación generada en el país ante la fuerte depreciación del peso frente al dólar en un difícil contexto global. Según han revelando fuentes cercanas al Gobierno, el crédito flexible rondaría los 30.000 millones de dólares.
"Hace minutos hablé con Christine Lagarde, su directora, y nos confirmó que vamos a arrancar hoy mismo a trabajar en un acuerdo y esto nos va a permitir fortalecer este programa de crecimiento y desarrollo, dándonos un mayor respaldo para enfrentar este nuevo escenario global", dijo el mandatario en un mensaje grabado y difundido a través de los canales oficiales de la Presidencia.
Este martes, el dólar volvió a cotizar en positivo frente al peso, que se depreció cerca de un 6%, y tras varias jornadas de fuertes caídas de la moneda local (el cambio comenzó 2018 en 18,65 pesos y hoy está a 23,40) que no reaccionaron a las medidas del Gobierno para frenarlas y han provocado una fuerte incertidumbre en el país.
Tras recalcar que tiene el "compromiso" de decir siempre "la verdad" y trabajar para que "cada argentino pueda vivir mejor", Macri recalcó su "convicción" de que el país está recorriendo "el único camino posible para salir del estancamiento, buscando siempre evitar una gran crisis económica" que haría "retroceder y dañaría a todos".
La herencia recibida de Kirchner
"Para esto implementamos una política económica gradualista que busca equilibrar el desastre que nos dejaron en nuestras cuentas públicas (en referencia al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015)) cuidando a los sectores vulnerables y, al mismo tiempo, creciendo y generando así más empleo y desarrollo", añadió.
Sin embargo, en este marco, el jefe de Estado incidió en que "el problema" que tiene Argentina es ser "uno de los países que más depende del financiamiento externo".
"Producto del enorme gasto público que heredamos y estamos ordenando", añadió, en referencia a la situación recibida del anterior Ejecutivo.
Al mismo tiempo, Macri reconoció que durante los dos primeros años de su gestión, el país ha contado con un contexto mundial muy favorable que hoy "está cambiando".
"Las condiciones mundiales están cada día más complejas por varios factores: están subiendo las tasas de interés, el petróleo, devaluado monedas de países emergentes, entre otra variables que nosotros no manejamos", sentenció.
De este modo, Argentina vuelve necesitar la ayuda del FMI por segunda vez en menos de 20 años. En 2001, el país pidió casi 40.000 millones del dólares la institución para defender al peso a medida que los depositantes e inversores retiraban sus capitales para convertirlos a otras divisas ante la pérdida de confianza en la economía del país.
La fortaleza del dólar cuenta
La fortaleza del dólar, que ya acumula tres semanas consecutivas subiendo frente a sus principales pares, y el mensaje de la Reserva Federal de que los objetivos de inflación se están cumpliendo y de que el mercado laboral sigue ganando fuerza (lo que podría llevar a la Fed a elevar hasta tres o cuatro veces los tipos en EEUU) está poniendo nerviosos a los inversores con activos en economías emergentes, empezando por los capitales invertidos en activos denominados en pesos.
Las turbulencias que están sacudiendo al mercado de divisas se está centrando en Argentina. Los agentes están vendiendo activos denominados en pesos para comprar dólares lastrando el tipo de cambio de la divisa argentia. El Banco Central de la República (BCRA) decidió el pasado viernes elevar los tipos de interés hasta la cota del 40% para proteger a su moneda, cuando sólo una semana atrás el nivel de referencia para fijar el precio del dinero se situaba en el 27,25%, 1.275 puntos básicos por debajo. Con estos movimientos pretende frenar la salida de capitales y la consecuente depreciación del peso.
El viernes 27 de abril, el organismo movió los tipos hasta el nivel del 30,25%, el jueves avanzó hasta el 33,25% y el movimiento más abrupto -y el que causó un mayor impacto en mercado- fue el del viernes cuando elevó esta referencia 675 puntos básicos de una sola tacada.