
El presidente del Gobierno se ha reunido hoy con los agentes sociales para tratar diversos temas sociolaborales, entre ellos, el acuerdo de negociación colectiva, que, tras año y medio bloqueado, casi con total seguridad se firmará antes de acabar el mes de junio, según fuentes consultadas por este periódico. El desembarco socialista en La Moncloa impactará de lleno en el pacto salarial, primer tanto que se apuntará Pedro Sánchez en apenas semanas en la jefatura del Ejecutivo.
Si bien el diseño del IV Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) compete en exclusiva a los agentes sociales, a nadie se le escapa que el cambio de signo en el Gobierno abre un nuevo escenario en el que los sindicatos están dispuestos a rebajar la presión para terminar de atar los mimbres que colocó, en gran medida, la anterior ministra de Empleo, Fátima Báñez.
Prueba de ello es que la disposición al diálogo que ha mostrado personalmente Pedro Sánchez ha llevado a CCOO y UGT a suspender las movilizaciones convocadas para este sábado. Un compromiso que se ha materializado hoy en la reunión que impulsará el primer gran acuerdo social de la nueva era socialista.
En el encuentro, al que han acudido los presidentes de CEOE y Cepyme, Juan Rosell y Antonio Garamendi, los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, y la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, se ha abordado, entre otras cuestiones, la recomendación de subida salarial por convenio. El incremento anual que las partes han trasladado al Gobierno se sitúa en el 2%, más un 1% variable en función de factores como la productividad o el absentismo. Según ha podido saber elEconomista, las partes negocian un acuerdo a tres años, lo que eleva el aumento retributivo hasta el entorno del 9% en 2020.
Recordemos que, frente a una subida máxima anual del 3% en 2018 y en los dos años siguientes, el anterior AENC establecía un alza de hasta el 1% en 2015 y del 1,5% en 2016, y dejaba por determinar el incremento de 2017, que nunca llegó a fijarse por el fiasco de las negociaciones durante el año pasado.
Pero más allá de la cifra, que dan prácticamente por cerrada fuentes de ambas partes, el acuerdo que está a punto de ver la luz incluirá medidas concretas en un aspecto novedoso, como es la lucha contra la brecha salarial de género. Quedan además por cerrar flecos en cuanto a flexibilidad interna, salud y seguridad en el trabajo, entre otras cuestiones, según las mismas fuentes.
Con dos reformas clave en el horizonte, como la laboral y la de las pensiones, para los sindicatos "la mejor tarjeta de presentación" antes de abordar la negociación tripartita entre el nuevo Gobierno y los agentes sociales sería cerrar un gran acuerdo con la patronal. Los empresarios están dispuestos a rubricar el pacto, falta saber cuándo, pero todo apunta a que será tan inminente como en el mes en curso.
Se difumina la 'línea roja' del sueldo mínimo
Tal ha sido el acercamiento entre la patronal y los sindicatos en los últimos días que hasta lo que suponía una "absoluta línea roja" para los empresarios empieza a difuminarse. El salario mínimo en convenio de 1.000 euros que exigieron en su último planteamiento conjunto CCOO y UGT podría tener cabida en el inminente acuerdo. Si bien CEOE y Cepyme siguen rechazando la fórmula de un sueldo base por convenio, al existir ya la figura del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), ahora parecen abiertos a recomendar una "senda alcista en esa dirección" en los próximos tres años, con la meta fijada en garantizar ese suelo en 2020.
Así lo aseguran fuentes empresariales consultadas por este periódico, que siguen descartando, sin embargo, el Índice de Precios de Consumo (IPC) como indicador de referencia para la subida salarial. Sostienen en la patronal que ligar a la inflación es "cosa del pasado" y que hay que fijarse en parámetros como el Producto Interior Bruto (PIB) o la productividad, entre otros.