
Giro de 180 grados con guiños a la izquierda. Según fuentes de distintos partidos políticos, ese puede ser el movimiento que en muy pocos días dé el Partido Popular en el seno del Pacto de Toledo, aceptando que todas las pensiones -desde las más bajas hasta las más altas- suban para siempre, teniendo en cuenta el criterio del IPC. De este modo, el PP echaría bajo tierra lo que ellos mismos han tildado de discurso "antiguo", es decir, indexar con la variable del IPC, y no con el crecimiento económico, como recientemente han cerrado con el sueldo de los funcionarios.
En dos borradores que han circulado sobre la recomendación segunda, que aborda el "mantenimiento del poder adquisitivo y mejora de las pensiones", se establece que la Comisión considera un fundamento básico el mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas, su garantía por ley y su preservación mediante medidas encaminadas a garantizar el equilibrio financiero en el corto, medio y largo plazo. A tal fin, en la redacción de ambos borradores, la Comisión coincide en la necesidad de establecer un nuevo mecanismo anual de revalorización que tenga en cuenta de "manera modular la evolución del IPC".
Otra variable más
En cualquier caso, el acuerdo en ciernes dependerá de sí hay consenso entre la gran mayoría de formaciones con representación parlamentaria, y de si los agentes sociales respaldan esta proposición. Y de momento hay dos diferencias de calado.
Los populares y el PDeCat han cerrado un acuerdo, plasmado en un segundo borrador que se ha entregado al resto de grupos, que plantea que el nuevo modelo de revalorización debería incluir, además del IPC, otras variables, tales como la evolución del PIB, los salarios y las cotizaciones a la Seguridad Social, entre otros, para adaptarla a la evolución del ciclo económico. Por otro lado, se recoge la necesidad de proteger el poder de compra de las pensiones "más bajas" en tiempos de recesión.
Las fuentes consultadas explican que, mientras las prestaciones más bajas subirían con el IPC, el resto de pensiones quedarían sujetas a una variable como la mantenida hasta ahora, tipo 0,25%, aunque este aspecto no está suficientemente limado.
La izquierda del Congreso, incluyendo PSOE, Podemos, Compromís y ERC, no quiere ni oír hablar de un índice que module el IPC, ni que las revalorizaciones sean diferentes en función del montante de la pensión, ni siquiera en tiempos de crisis. Fuentes de la izquierda consideran que estas distinciones se deben hacer en el IRPF, pero no en las subidas. Y se muestran descontentos por el pacto entre el PP y los nacionalistas catalanes saltándose la propia Comisión y alterando una redacción anterior que limitaba el índice exclusivamente a la evolución del PIB y/o los salarios. Ni tampoco establecía diferencias entre pensiones bajas y el resto.
El objetivo del posible acuerdo, fruto de la exposición razonada por el diputado del PDeCat, Carles Campuzano, tras conocer el informe de expertos y técnicos, no es otra que la de garantizar las pensiones más modestas, y al mismo tiempo también las más altas. Sin embargo, ninguna de estas medidas podrán ver la luz -reconoce un miembro del Pacto de Toledo-, si no hay un diálogo social y fuerzas políticas como el PSOE dan su brazo a torcer y adoptan una posición "responsable", ya que, de aprobarse ésta y otras medidas, a los socialistas no les quedarían excusas para no dar un nuevo impulso al tema de las pensiones, sobre todo si recuerdan que fue en 2010, en tiempos de José Luis Rodríguez Zapatero, cuando se congelaron las pensiones y se incumplió el Pacto.
Los escollos de un Pacto
Desde el PP se admite que el incremento de todas las pensiones en función del IPC, además del índice relacionado con el crecimiento económico, es un planteamiento que está sobre la mesa y que se está valorando. Pero hace falta un gran acuerdo. La dificultad -observan desde el Congreso- es que en el seno del Pacto de Toledo no solo se pretende dar luz verde a esta propuesta. Se trata de sacar adelante un bloque de disposiciones, y por tanto es imposible que salgan de manera aislada ni una sola de ellas.
En la actualidad, explican desde el Pacto, que los dos principales escollos se encuentran en que la subida de las pensiones tiene que ser igual para todas, haya o no haya recesión. Y el otro punto, en dar con la fórmula que resuelva la fuente de financiación, algo que por cierto ya ha tratado el ministro Cristóbal Montoro, proponiendo, entre otros cálculos la tasa Google, mientras los socialistas insisten en gravar a la banca para financiar el incremento del IPC en las pensiones. Quedaría apartado una posible subida de la edad de las pensiones, actualmente fijado en 67 años. Se plantearía llegar a los 70 o adelantar el plazo de la reforma del PSOE.
Fuentes parlamentarias aclaran que C's estaría abierto a negociar la propuesta pactada entre el PP y el PDeCat, pero en ningún caso se puede aprobar una recomendación por sí sola, sino dentro de una acuerdo global. Por tanto, la revalorización de las pensiones debe ligarse a otras medidas que garanticen el poder adquisitivo, pero también la salud financiera del sistema. La exigencia de aprobar en su conjunto la mantienen el resto de partidos.
Moncloa ataca la falta de voluntad del PSOE
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pidió este martes al PSOE que explique por qué no ha querido participar en la negociación de los Presupuestos y deje claro cuál ha sido su aportación a los intereses generales de los españoles. En esta línea, instó al grupo parlamentario socialista a que deje clara su postura y que recalque lo que está haciendo para resolver los problemas de España. "Creo que no hacen nada, que se están quedando fuera de todo. ¿Cuál es su utilidad en esta Cámara y en el Congreso? Porque otros sí demuestran que son capaces de llegar a acuerdos, pero vosotros no", cuestionó el presidente.
También acusó al PSOE de renunciar a los Presupuestos -que se podrían aprobar en el Senado el 19 de junio- y, por consecuencia, al incremento de las pensiones, de 1.600 millones, a la financiación de servicios públicos básicos, a la bajada de impuestos de las rentas más bajas, a que haya más dinero para las becas o al incremento salarial de los funcionarios, partidas que, según Rajoy, son "fundamentales" para reactivar la economía y crear empleo.