
El Consejo de Ministros ha aprobado la Actualización del Programa de Estabilidad del Reino de España (2018-2021). El documento sostiene que este año el crecimiento será del 2,7% y cercano al 2,5% anual hasta 2021. Además, en 2021 la tasa de paro caerá por debajo del 11%. Así, estas nuevas previsiones retrasan un año, hasta 2021, la disminución de la tasa de paro por debajo del 12% de media anual, tras elevar en dos décimas la tasa prevista para 2019 (13,8%) y en cinco décimas la de 2020 (12,3%), además de añadir la de 2021, que será del 10,7%.
Durante el Consejo de Ministros, Román Escolano, ministro de Economía ha señalado que este nuevo programa se enviará a Bruselas para que sea revisado. Escolano ha destacado que la economía española "seguirá la senda del crecimiento sostenido y equilibrado combinado con la creación de empleo".
La clave de este crecimiento es que estará basado en gran parte en la demanda exterior, que al a vez "será intensivo en creación de empleo". El saldo exterior positivo permitirá que este ciclo de crecimiento no cree desequilibrios en la balanza por cuenta corriente como ha ocurrido en ciclos expansivos anteriores.
Escolano ha destacado que "los mercados de exportación crecerán de forma importante que tendrá implicaciones en la economía española, una economía cada vez más volcada al exterior".
Este contexto positivo de la demanda internacional de bienes y servicios españoles junto con la fuerza de la inversión, permitirán que la tasa de paro caiga hasta el 10,7% en 2021, "el ciclo económico no ha terminado, la inversión sigue creciendo y no hay señales de desequilibrio que puedan ser motivos de preocupación".
Así, la cifra de ocupados alcanzará los 19,9 millones el año que viene, y se superará el objetivo de 20 millones de afiliados en 2020 (20,3 millones) y seguirá en 2021 (20,7 millones). De 2018 a 2021 se crearán en total 1,7 millones de empleos y el número de parados bajará en 1,3 millones.
Escolano ha querido recalcar que el mercado laboral español es ahora mucho más flexible y por tanto la creación de empleo va a ser fuerte y España se acercará a los niveles de desempleo de Europa.
Crecimiento sostenible
El saldo de la balanza por cuenta corriente se prevé que sea superavitario durante todo el periodo de previsión, situándose en el entorno del 1,5% del PIB y contribuyendo de este modo a la reducción del saldo deudor de la posición neta de inversión internacional.
El ministro ha destacado que esto significa "que estamos reduciendo nuestra deuda frente al exterior", lo que permitirá a la economía española ser menos vulnerable frente a los turbulencias financieras y reducirá la dependencia de la financiación exterior.
El déficit, deuda y pensiones
Por otro lado, el Gobierno estima que España no registrará superávit hasta el año 2021, del 0,1%, por primera vez desde 2007 (en 2017 el déficit ha sido del 3,1% del PIB). Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda ha destacado lo heroico de esta dato por la cantidad de tiempo que se ha tardado en eliminar este déficit. "Casi catorce años después las cuentas volverán a encontrar el equilibrio".
Además, Montoro ha asegurado que el déficit en el que habrá que poner más énfasis para que desaparezca es el de la Seguridad Social, por lo que "será el Estado el que atienda a la cobertura prioritaria de los presupuestos de la Seguridad Social y lo haremos en el marco del Pacto de Toledo, con el acuerdo de las formaciones políticas".
Por otro lado, según el cuadro presentado, para 2021 se habrá reducido la deuda de todas las Administraciones Públicas hasta el 89,1% del PIB. Resulta importante recordar que la deuda pública llegó a superar el 100% del PIB en el primer trimestre de 2016 y que actualmente se encuentra en el 98,3% del PIB.
Montoro cree que la presión fiscal en España se incrementará levemente en los próximos años a medida que la mejora económica vaya afectando a una mayor parte de la población. El incremento de las bases imponibles llevará la presión fiscal hasta el 38,7% del PIB.
Aún así, Montoro cree que el gasto público se irá reduciendo en términos de PIB. Esto será clave para lograr el superávit presupuestario, una reducción del gasto público y un incremento de los ingresos, ambos indicadores medidos en términos relativos (respecto al PIB).