
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, ha ofrecido en Washington la tradicional rueda de prensa que da por comenzada las reuniones de primavera que la institución celebra en Washington junto al Banco Mundial. Lagarde ha señalado durante la ronda de preguntas que existen peligros por la creación de conglomerados empresariales, pero trocearlas de forma discrecional no es la solución, según la directora del FMI.
Como viene siendo la dinámica en los últimos meses, Lagarde ha hecho mención a las innovaciones tecnológicas, como las criptodivisas, que afectan al sistema financiero y promueven la estabilidad. La directora del FMI también ha tenido que contestar sobre la formación de grandes conglomerados empresariales que empiezan a controlar grandes porciones de la economía y cuya fuerza a expulsado a otras empresas más pequeñas.
Donald Trump, presidente de EEUU, ha cargado con fuerza contra algunas de estas empresas como puede ser el caso de Amazon. Si alguna de estas firmas logra monopolizar algún sector, el efecto para la economía podría ser nocivo (para los consumidores y puede que para una parte de los trabajadores).
No obstante, Lagarde considera que titanes tecnológicos como Amazon, a los que el periodista que planteó la cuestión se refirió como un "monopolio" deben ser troceados. "No estoy segura de que romper titanes tecnológicos en EEUU y otros en el resto del mundo sea la respuest adecuada", dijo Lagarde. Aún así, recalcó que "la competencia es necesaria" y alertó sobre los peligros "de que mucho poder se acumule en las manos de solo unos cuantos". "Demasiada concentración no ayuda al medio y largo plazo", añadió.
Los nubarrones de la deuda
En lo que se refiere a la deuda del globo que ha vuelto a alcanzar nuevos máximos, Lagarde ha lanzado varias advertencias. "Mientras el sol brilla, vemos cada vez más nubarrones en el horizonte", aseguró la máxima funcionaria de la institución haciendo referencia a las proyecciones publicadas el pasado octubre, cuando el FMI celebró sus reuniones anuales. "Los países deben mantenerse alejados de medidas proteccionistas" reiteró Lagarde recomendando la cooperación multilateral.
En este sentido, la directora de la institución matizó que los aranceles recientemente anunciados por EEUU, como los gravámenes al acero y el aluminio, todavía "no tienen un impacto substancial" en el crecimiento. Sin embargo, el problema con estas medidas es "su erosión sobre la confianza". "Cuando los inversores no saben sobre qué condiciones operan, se muestran reacios a invertir", señaló, recordando que la mejora en el crecimiengo global, que la institución sitúa en el 3,9% este año y el que viene, se debe a un incremento en el comercio mundial.
Entre otras borrascas que se avecinan y que puede aventurar tormentas, Lagarde hizo alusión a la deuda global "que toca máximos históricos". Al respecto, la ex ministra de finanzas gala señaló que el apalancamiento público registra los niveles más altos desde la II Guerra Mundial, dos tercios de la deuda total corresponden al sector privado y algunos países emergentes y de bajos recursos enfrentan posibles dinámicas que pondrían la sostenibilidad de su deuda en duda.
Lagarde también mencionó "el aumento de la volatilidad y los precios elevados de los activos", como un catalizador que podría generar estragos en los mercados financieros en el caso de que los bancos centrales se vieran obligados a ajustar sus políticas monetarias de forma más brusca, especialmente en el caso de la Reserva Federal.
Al ser preguntada por las distintas políticas implementadas por Trump, no sólo los gravámenes al acero y al aluminio sino también la reforma fiscal aprobada el pasado 22 de diciembre, Lagarde evitó criticar al presidente de EEUU, país que es el principal donante de la institución. De hecho, la directora del Fondo aprovechó la ocasión para reconocer que la institución "está contenta" de que se haya implementado una reforma del código tributario, algo que el FMI ha recomendado y apoyado durante los últimos años, especialmente rebajar el impuesto de sociedades a la media de los países de la OCDE.
Dicho esto, la máxima funcionaria de la institución recomendó a EEUU que sus autoridades deben lidiar con su gasto en programas como la seguridad social, el Medicare y el Medicaid (entitlements) en momentos en que la mayor economía registra un impulso en el crecimiento. Recordemos que la institución ha mejorado la tasa de crecimiento de EEUU hasta el 2,9% este año.
Las recomendaciones
En su Agenda Mundial de Políticas (AMP), Lagarde y su equipo ponen de manifiesto como el ímpetu de la expansión cíclica mundial "se mantiene vigoroso". Pero, sin embargo, el aumento de los conflictos comerciales y la volatilidad de los mercados financieros ponen de manifiesto que los riesgos a la baja persistirán aun más allá de los próximos trimestres.
Para enfrentar cualquier contratiempo, los funcionarios del Fondo recomiendan a los gobiernos incrementar la resistencia del sector financiero, comenzar a recomponer el margen para la aplicación de políticas fiscales e implementar reformas estructurales, entre ellas las relativas a la corrupción y la gestión de gobierno.
Sobre las presiones proteccionistas instigadas por la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Lagarde incide en su agenda que los países deben trabajar para promover un sistema multilateral de intercambio abierto y basado en reglas que sirva para todos, y para reducir de manera duradera el exceso de desequilibrios mundiales