
El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), ha reclamado desde el Congreso de los Diputados que se efectúen "previsiones menos dramáticas" sobre el futuro de las pensiones, un ámbito que suscita grandes debates pero en el que se les está haciendo "un flaco favor" a los futuros jubilados. La AIReF ve difícil cumplir con el déficit
Escrivá, que ha comparecido en la Comisión de Presupuestos para dar su opinión sobre el anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado, ha querido recordar que casi todas las previsiones de futuro sobre el sistema de pensiones se basan en los cálculos demográficos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que dan por segura una importante pérdida de cotizantes por el envejecimiento y apuntan a una pérdida poblacional global en el conjunto del país.
"La historia demuestra que esto no siempre es así. Esa previsión choca dramáticamente con el hecho de como España ha absorbido a un gran número de inmigrantes en épocas recientes", ha dicho, en referencia a la llegada masiva de activos extranjeros en los años del boom económico.
Si bien el presidente de AIReF cree que, efectivamente, se producirá "una presión sobre el gasto" en el ámbito de las pensiones, también se muestra convencido de que la situación "será manejable". "¿Cómo es posible que se den por válidas previsiones a cuarenta años completamente cerradas?", ha dicho, visiblemente molesto, para añadir que "se está trasladando la visión de un problema demasiado agudo".
El coste de las revalorizaciones
Escrivá no ha querido entrar en el debate de cómo los distintos partidos deben proceder a reformar el sistema. Lo suyo son las cifras, y en ese sentido sí ha explicitado, a preguntas de varios diputados, que el coste de elevar las pensiones en sintonía con el IPC elevarían una presión sobre el gasto de siete décimas de PIB en el año 2023 y de entre 1,2 y 1,3 puntos de PIB de cara a 2030. Traducido: si desde ahora las pensiones pasaran a elevarse en consonancia con el IPC (el 1,6% este año), la Seguridad Social necesitará unos ingresos extra de 15.000 millones en poco más de una década.
De cualquier manera, el presidente de la Autoridad Fiscal también dejó claro que, si bien las previsiones futuras no deben ser tan dramáticas, tampoco se debe perder de vista que el sistema actualmente está en déficit (de 18.800 millones a finales del año pasado). En ese sentido, y tal y como manifestó ayer el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, rechaza que el empleo por sí solo pueda cerrar el agujero. "Calculamos que el déficit va a seguir estando en el 1,5% del PIB este año", ha mencionado, calificando de "casi imposible" el 1,1% en el que lo quiere dejar el Gobierno.
El incremento de la recaudación por cotizaciones servirá, claro está, pero solo para pagar la subida de gasto prevista este año (hay que recordar que las pensiones mínimas y de viudedad se elevarán el 3%, y las inferiores a 840 euros se elevarán del 1,5 al 2%); también para cubrir una mínima parte de ese déficit, pero no lo suficiente como para rebajar tres décimas un desfase que, en su día, el supervisor ya calificó de "perenne".