En un contexto en el que la desigualdad económica dentro de los países desarrollados no para de crecer, hay un grupo de población que parece estar viviendo otra realidad bien diferente, al menos en España. La desigualdad de renta entre los mayores de 65 años está en mínimos de dos décadas, mientras que la desigualdad entre los menores de 65 años se encuentra prácticamente en máximos desde que la agencia de estadística de la Comisión Europea (Eurostat) publica este tipo de datos.
Aunque no todas las pensiones de los mayores de 65 años sean por jubilación, se puede observar según los datos de la Seguridad Social, que la pensión por jubilación de los mayores de 65 supone una amplísima mayoría, frente a otro tipos como la de incapacidad o viudedad. También es fundamental tener en cuenta que el tope a la pensión máxima tiende a producir una mayor igualdad de la renta entre los sectores de la población más expuestos a este tipo de subsidios.
Las nuevas pensiones son más altas
La fuerte reducción en la desigualdad de la renta entre los mayores es producto de unas pensiones por jubilación más igualitarias. Un dato que puede explicar esto es la reducción de la brecha entre la pensión media de los jubilados y la pensión máxima. Por ejemplo, entre 2008 y 2018, la pensión máxima a la que puede acceder un jubilado se ha revalorizado un 8,2%, mientras que la pensión media en el mismo periodo de tiempo se ha incrementado en casi un 33%, por la presión al alza que ejercen los pensiones de los nuevos jubilados.
En términos absolutos, la pensión máxima por jubilación ha pasado de 2.384 euros en 14 pagas en 2008 hasta los 2.580 euros de la actualidad. Por otro lado, la pensión media de todos los jubilados en enero de 2008 era de 806 euros y en la actualidad se ha incrementado hasta los 1.074 euros.
La pensión media por jubilación avanza mucho más rápido que la pensión máxima, entre otras cosas, porque las nuevas altas de jubilación (nuevos jubilados) presentan unas pensiones mucho más elevadas, porque los salarios de estos retirados han sido de media superiores a los de la masa total de jubilados. La pensión media de los nuevos jubilados en enero de 2008 era de 1.053 euros, mientras que la de diciembre de 2017 asciende ya a 1332 euros, una revalorización que supera el 26%.
La desigualdad del 'jubilado'
El factor comentado con anterioridad, junto al crecimiento de las pensiones mínimas (que durante varios años ha disfrutado de revalorizaciones superiores a las del resto de pensiones), está reduciendo la desigualdad entre los mayores de 65 años en España. Según datos de Eurostat, el 20% de los jubilados más 'ricos' de España tienen una renta 4,3 veces superior al 20% más pobre, mínimos de desigualdad desde 1999. Este ratio se encuentra dentro de la media de la Eurozona. Es más, la igualdad de los 'jubilados' españoles es mayor que la de los 'jubilados' franceses, italianos o luxemburgueses.

Este ratio usado por Eurostat y denominado 'income quitile share ratio' muestra que por el contrario los menores de 65 años en España presentan casi la mayor desigualdad en la distribución de la renta de la Unión Europea, sólo por detrás de Bulgaria y Lituania. Según este ratio, el 20% más 'rico' de los menores de 65 años tiene 7,3 veces más renta que el 20% más pobre.
Los jubilados aumentan su renta durante la crisis
No sólo la desigualdad de renta disponible muestra que la población de 65 años mantienen unas condiciones económicas que en muchos aspectos superan a las del resto de la población. Hace escasos días se publicaba un trabajo de Fedea que demostraba que los hogares formados por una persona mayor de 65 años fueron los únicos que no sufrieron una reducción de su renta disponible durante la crisis.
La renta disponible de los hogares formados por una persona mayor de 65 años pasó de 18.628 euros anuales en 2007 a 18.784 euros en 2013, así como la renta de los hogares formados por una pareja sin hijos en los que, al menos uno de ellos, es mayor de 65 años, cuya renta pasó de los 29.461 euros en 2007 a 29.559 euros en 2013.
Estos son los únicos hogares en los que la renta se mantuvo estable o con ligeros aumentos y no cayó durante los años de la recesión económica, en contraste con la renta de los hogares unifamiliares formados por un adulto menor de 30 años, que vieron cómo en estos años su renta disponible bajó un 35,2%, desde los 16.346 euros en 2007 a los 10.585 euros en 2013, la mayor caída de todos los tipos de familias.
En el lado opuesto vuelven a aparecer los menores de 65 años y sobre todo los más jóvenes. La fuerte destrucción de empleo durante los años de la crisis ha afectado fundamentalmente a los hogares de los menores de 30 años, que fueron los que mayor renta disponible perdieron esos años, aunque han recuperado parte entre 2013 y 2015, mientras que en el caso de los jubilados se ha mantenido estable en este periodo por la casi nula revalorización de las pensiones.
Tras estas familias, la segunda mayor caída de renta durante la crisis se ha producido también en hogares unipersonales, pero con edades entre 30 y 64 años, que han perdido un 20% de su renta, siendo sin embargo modesto el porcentaje de recuperación de ingresos a partir de 2013 (apenas un 4,3%).
En el caso de España, la situación económica de los mayores de 65 años parece más sólida que la del resto de la población. La renta disponible de los 'jubilados' ha demostrado ser mucho más estable en las últimas décadas, la desigualdad es inferior a la del resto de sectores de la población y el riesgo de exclusión es trece puntos porcentuales inferior al del conjunto de la sociedad española. La tercera edad vive en otra España.