
El incremento de la incertidumbre política puede frenar el crecimiento de la economía catalana hasta siete décimas este año, y medio punto en 2019, según BBVA Research, que ha actualizado sus previsiones del informe semestral Situación Catalunya.
Además, si se da este escenario, también habría un impacto de tres décimas en la economía nacional, así como afectación en la evolución económica de otras comunidades autónomas, en mayor o menor grado según la intensidad de sus relaciones comerciales con Cataluña. Así, en Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla-La Mancha, la Rioja y Asturias podrían ver lastrado su crecimiento en tres o cuatro décimas este año. Serían los territorios más afectados, mientras que los que menos serían Castilla y León y Extremadura.
BBVA Research augura que la economía catalana crecerá este año y el que viene por debajo de la media estatal (ver gráfico), rompiendo la tendencia de los últimos años, porque a las influencias generales se les suman otras negativas de carácter local. La desaceleración viene marcada por la reducción de la demanda embalsada durante la crisis, la recuperación del precio del petróleo, el fin de la caída de los costes de financiación y la recuperación de otros países competidores en turismo. A este contexto general se suman dos partularidades locales: los atentados terroristas de agosto en Barcelona y Cambrils y la incertidumbre política del último trimestre del año.
Impacto de los atentados
BBVA detectó una caída del 4,3% en el gasto con tarjeta en la provincia de Barcelona en el mes siguiente a los atentados respecto a lo previsto en un escenario sin ataques. El impacto en el gasto se corrigió "en pocas semanas", pero el departamento de estudios del banco calcula que, este año, las visitas de turistas internacionales a Cataluña pueden ser un 2% inferiores a lo que habrían sido en un entorno sin atentados.
Respecto a las tensiones políticas de octubre, el gasto con tarjeta registrado por terminales de BBVA quedó ese mes seis puntos por debajo de lo previsto. Ahora, la incertidumbre política "se mantiene elevada, pero lejos del máximo histórico de octubre", según el informe, que alerta de que el mantenimiento o reactivación de esta incertidumbre podría tener efectos adicionales sobre las decisiones de gasto de las empresas y familias. De hecho, hay efectos de la situación de finales de 2017 que podrían verse en la "economía real" en el primer semestre de 2018, por ejemplo, por la decisión de congelar inversiones, indicó el economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso.
En el apartado positivo, la buena marcha económica europea y global está impulsando las exportaciones catalanas y, por tanto, la industria, de manera que la incertidumbre política no está teniendo un "impacto apreciable" en la generación de empleo, si bien está en desaceleración. Si se mantiene el impulso exterior y la creación de puestos de trabajo, Cataluña crecerá por encima del 2,1% previsto ahora por BBVA para este año, reconoció Cardoso, que señaló que los primeros datos del primer trimestre de este 2018 auguran un avance intertrimestral del PIB catalán del 0,7%, en línea con los avances de los últimos trimestres, cuando el modelo da un 0,5%.