
UGT ha exigido hoy al Gobierno que cambie el cálculo de la pensión para los trabajadores a tiempo parcial, de tal forma que computen las semanas de trabajo completas, ya que el método actual perjudica especialmente a las mujeres, que son las que asumen mayoritariamente este tipo de empleo.
En una rueda de prensa para presentar el estudio "El sistema de pensiones agranda la brecha de género", la vicesecretaria general de UGT, Cristina Antoñanzas, ha incidido en que la diferencia entre la pensión media de hombres y mujeres es del 37,04%.
Según los datos recogidos por el sindicato, los hombres cobran de media 1.220,65 euros, en tanto que las mujeres reciben 768,54 euros de pensión.
Antoñanzas ha destacado que el coeficiente de parcialidad hace que la pensión media de la mujer disminuya en torno a un 20% su cuantía final.
UGT ha pedido también una ley de igualdad salarial que erradique las desigualdades a la hora de entrar al mercado laboral, algo que incide en el cobro final de la pensión. "Si a las mujeres nos roban en nuestros salarios cuando estamos trabajando, nos siguen robando cuando llegamos a la jubilación", ha insistido Antoñanzas.
Ha explicado que las mujeres tienen carreras de cotización más bajas, con interrupciones constantes por las salidas del mercado laboral y por una mayor parcialidad en el trabajo, situación agravada por ser las principales responsables de las tareas de cuidado en el hogar.
De acuerdo con el sindicato, las mujeres representan el 73% (1.502.359) de quienes cobran las pensiones más bajas, hasta 500 euros, y el 68% (1.890.461) de las personas que perciben entre 500 y 700 euros.
En total, las mujeres que cobran pensiones por debajo de 700 euros son 3.392.820, de las 4.862.034 mujeres pensionistas que hay en el sistema. El sindicato ha señalado también que el número de hombres que percibe la pensión máxima triplica al de mujeres, otra muestra de la brecha de género en el sistema.
Además, Antoñanzas ha exigido que el Gobierno cumpla la ley y que eleve al 60% la base de cotización de las pensiones de viudedad para mayores de 65 años, de las que las mujeres representan el 96,19%, y que el Servicio Social Obligatorio de la Mujer durante el régimen franquista compute en la jubilación.