Economía

Halcones vs. Palomas: la nueva Fed favorecerá una política más agresiva

Foto: Reuters.

Con las miras puestas en Washington, donde el martes daba comienzo la primera reunión de política monetaria del año, la Reserva Federal enfrenta cambios que influirán en las decisiones que tome su Comité Federal de Mercados Abiertos (FOMC, por sus siglas en inglés). El más importante, aunque ya más que digerido por el mercado, es el paso de testigo de su actual presidenta, Janet Yellen, al próximo mandamás del banco central estadounidense, Jerome Powell. Un traspaso de poderes sin sobresaltos, dado que este funcionario ha militado el consejo de gobierno de la Fed desde el pasado 25 de mayo de 2012.

Sin embargo, en el seno del FOMC, se producirá una rotación de sillas, como anualmente sucede con los presidentes de las distintas Reservas Federales regionales, salvo el de Nueva York, que cuenta con un puesto permanente al igual que los miembros del Consejo de Gobierno de la Fed. De esta forma, la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, y quien apoya una política monetaria más agresiva (halcón), reemplazará a Charles Evans, presidente de la Fed de Chicago y considerado por el mercado como una paloma, por favorecer una política monetaria más acomodaticia.

Al mismo tiempo, el recién nombrado presidente de la Fed de Richmond, Thomas I. Barkin, sustituirá a Patrick Harker, presidente de la Fed de Filadelfia. Según el termómetro monetario que emplean muchos bancos de inversión, analistas e inversores, Barkin es considerado un halcón mientras Harker ha favorecido un ambiente de tipos de interés bajos.

Otro de los cambios llega del lado de Robert Kaplan, de la Fed de Dallas, un centrista según los expertos, quien será reemplazado por Raphael Bostic, capitán de la Fed de Atlanta. Bostic favorece una política monetaria acomodaticia. Por último, John Williams, de la Fed de San Francisco, también considerado como un funcionario neutro, ocupará el asiento de Neel Kashkari, de la Fed de Minneapolis, quizás uno de los más vocales hasta ahora para mantener el precio del dinero bajo a la espera del repunte de la inflación.

Dentro del consejo de gobierno del banco central de EEUU, la gobernadora Lael Brainard es considerada una paloma y ha incidido reiteradamente que todavía existe margen suficiente para reforzar el mercado laboral del país sin riesgo de recalentar la economía. El propio Powell, quien no tomará posesión de su cargo como presidente hasta el próximo 3 de febrero, tradicionalmente ha sido considerado como un centrista, al igual que Randal Quarles, miembro del consejo elegido por Donald Trump y quien además ejerce de máximo supervisor bancario de la Fed.

El presidente de la Fed de Nueva York, William Dudley, también es centrista, pero el tono de sus comentarios implica cierta preocupación sobre el riesgo de sobrecalentamiento económico y no tanto problema ante el hecho de que la inflación siga sin alcanzar el objetivo del 2%.

La primera reunión del FOMC de este año llega marcada por la salida de Yellen, de ahí que Ellen Zentner, economista de Morgan Stanley, considere que este encuentro estará caracterizado por "los apretones de manos y palmaditas en la espalda". Aún así, incide en que el encuentro de enero es importante desde el punto de vista organizacional. "Cada año, el Comité reafirma su Declaración Anual sobre los Objetivos de Largo Plazo así como su estrategia de política monetaria además de realizar ciertos ajustes, según corresponda", matiza. Es por ello que será en esta declaración donde aparecerá cualquier cambio oficial del lado de la inflación dentro del mandato de la Reserva Federal.

Cuando Powell preste juramento como presidente y Janet Yellen renuncie a su cargo, el Consejo de Gobierno de la Fed estará compuesto por tres Gobernadores: Brainard, Quarles y el propio Powell, el número suficiente para contar con cierto quórum. Marvin Goodfriend, nominado por el presidente Trump a dicho Consejo, todavía debe ser confirmado en el Senado.

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