
A menos de un mes de poner fin a 2017, un periodo marcado por la baja volatilidad y los récords bursátiles en Estados Unidos, las miras se concentran ya en lo que ocurrirá el próximo año. A medida que la economía global continúa una expansión coordinada, donde ni los emergentes ni las potencias avanzadas parecen registrar grandes síntomas de flaqueza, todo parece indicar que la expansión continuará su curso.
"La economía mundial nunca ha estado en mejores condiciones", estima Torsten Slok, economista global de Deutsche Bank. Según estima, haciendo uso de las previsiones que emplean en el Fondo Monetario Internacional, el número de países en recesión a lo largo y ancho del mundo tocará mínimos históricos a partir del próximo año. Recordemos que desde el Fondo se proyecta una expansión global del 3,7% en 2018.
Un optimismo potenciado por el avance de economías avanzadas, como Estados Unidos, que se beneficiará de la reforma fiscal que en estos momentos debe conciliarse en el Capitolio, así como de la Eurozona o Japón, donde sus respectivos bancos centrales continúan inyectando liquidez al sistema a través de sus estímulos y recompras de activos.

A ello habría que sumar la recuperación que experimentan economías emergentes como Brasil o el ajuste menos abrupto que experimenta China, donde el FMI estima que las compañías moribundas representan sólo entre el 5% y el 9% de la deuda empresarial. En el caso de las empresas en sectores con exceso de capacidad, como es el caso de acero, el aluminio o el carbón, el apalancamiento supone el 16% del total, según señalan desde Washington.
¿Vuelta a los años 20?
"Es una reminiscencia de los años veinte", señala Don Kaufman, estratega de TheoTrade Analytics, quien advierte que "cada vez que todo parece perfecto, por lo general no suele durar mucho". Sin embargo, salvo un posible e inesperado shock, esta expansión puede continuar durante al menos un par de años más, según las propias previsiones del FMI.
Si bien los riesgos a la baja continúan presentes, entre ellos geopolíticos, con Corea del Norte a la cabeza, las mayores amenazas para el crecimiento mundial son las crisis políticas. "El crecimiento tanto en 2018 como en 2019 probablemente se mantendrá en el margen del 3%, salvo que experimentemos algunas incógnitas desconocidas", señala Nariman Behravesh, economista jefe de Global Insight.
Desde su punto de vista, las políticas macroeconómicas siguen siendo favorables al crecimiento, a pesar de una "normalización" gradual de la política monetaria. Europa seguirá sorprendiendo al alza. El crecimiento japonés continuará siendo sólido, aunque más lento que la mayoría. Por su parte, el crecimiento de China se mantendrá gracias a los estímulos al mismo tiempo que muchos emergentes, como Brasil, superan su depresión económica.
"En el pasado, los bancos centrales han endurecido demasiado las políticas, ya sea prematuramente o demasiado tarde", recalca Behravesh quien indica que con la inflación todavía en "reposo", el riesgo de un endurecimiento de la política monetaria que frene la expansión en curso "sigue siendo bajo".