Economía

La OCDE advierte a España sobre el complejo futuro de las pensiones

  • La tasa de dependencia de España será la más alta, sólo superada por Japón
  • La debilidad del mercado laboral amenaza la suficiencia de ingresos

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha mostrado su preocupación por la sostenibilidad del sistema público español de pensiones. España tendrá una de las tasas de dependencia más altas del mundo (sólo superada por Japón) para 2050, "lo que ejerce presión sobre la sostenibilidad financiera y la suficiencia de los ingresos del sistema de pensiones". Cataluña, la comunidad más deficitaria de España en el sistema de pensiones.

Los técnicos de la OCDE han realizado un informe específico de España dentro del documento general Pensions at a Glance 2017 (Un vistazo a las pensiones) que comienza advirtiendo de que "el envejecimiento de la población acelerará de forma brusca en España". Todo hace indicar que para 2050 la tasa de dependencia será del 76% (La tasa de dependencia se define como la proporción de personas menores de 16 años o mayores de 64, sobre la población en edad de trabajar). Sólo las proyecciones de Japón muestran una tasa de dependencia mayor que la de España.

Este contexto pone en una situación compleja la sostenibilidad de la 'generosidad' actual del sistema. Tal y como señalan desde la OCDE y el Banco de España, la tasa de sustitutción (pensión que se recibe como porcentaje del último salario) es una de las más altas de los países desarrollados. Sin recursos adicionales, el mecanismo de ajuste para asegurar la sostenibilidad del sistema de pensiones se producirá a través de la tasa de sustitución.

Otro de los elementos que define la 'generosidad' del sistema actual es la edad de jubilación, establecida en la actualidad en los 65,3 años. Esta edad legal de jubilación aumentará de forma gradual hasta los 67 para 2027: "Sin embargo, a partir de 2027, las personas que hayan contribuido durante al menos 38,5 años (frente a los 36,5 años en la actualidad) podrán jubilarse a los 65 años con una pensión completa... A pesar de las perspectivas de rápido envejecimiento, esta edad de jubilación está por debajo del promedio de 65,8 años para hombres y 65,5 años para mujeres de la OCDE, y es sustancialmente menor que los 74 años proyectados en Dinamarca o los 71 de Italia y Países bajos", destaca el informe.

Un gasto al alza

Las cuentas de la Seguridad Social han registrado déficits crecientes a partir del año 2011 hasta alcanzar el 1,7% del PIB en el año 2016. El fondo de reserva (la hucha de las pensiones) se ha reducido en más de un 80% desde el pico de 2011, por lo que el margen para planificar nuevas reformas es escaso.

El gasto en pensiones se ha incrementado desde el 7,6% del PIB en 2008 hasta el 10,7% en 2016. El gasto en las pensiones contributivas se ha incrementado en porcentaje del PIB mientras que el ratio de ingresos ha sufrido una leve caída.

Por si esto fuera poco, teniendo en cuenta las previsiones demográficas del Instituto Nacional de Estadística, el gasto en pensiones crecerá en 4 puntos porcentuales para 2035 y en 11,6 puntos para 2016 como consecuencia de la transición demográfica, es decir, del rápido envejecimiento de la población del que advierte la OCDE.

Un mercado laboral 'débil'

Parte de este desequilibrio podría ser sufragado por una tasa de empleo mucho más elevada y un sistema productivo de gran valor añadido con salarios elevados y, por ende, unas cotizaciones sociales más elevadas en términos absolutos. No obstante, este escenario parece un tanto utópico, al menos a corto plazo. Como señala el informe de la OCDE, "la evolución reciente del mercado laboral puede suponer un reto para la suficiencia de ingresos de los futuros jubilados. Una tasa de paro persistentemente alta debilita la acumulación de derechos de pensión para muchas personas en edad de trabajar".

Por otro lado, "muchos trabajadores tienen empleos temporales (el 26% en 2016, el doble que la media de la OCDE), lo que incrementa el riesgo de interrumpir su vida laboral. En España, los individuos con vidas laborales muy cortas no tienen derecho a pensión, se necesitan 15 años de trabajo cotizado para optar a una pensión regular".

Dentro del contexto laboral, la OCDE cree que incrementar la tasa de empleo entre los más mayores continúa siendo uno de los retos clave para España. "Existen importantes desincentivos a la hora de combinar trabajo y una pensión completa en España, aunque algunos obstáculos se eliminaron en la reforma de 2013".

Los técnicos de la OCDE aseguran que en todos los países de esta organización es posible trabajar y cobrar una pensión a la vez, y en la mayoría de ellos se puede optar a una pensión completa sin restricciones al trabajo: "Sólo siete países, incluyendo España, aplican topes a los ingresos para poder combinarlos con una pensión".

Para concluir, en el editorial del documento general, los directores del área financiero y de empleo de la OCDE proponen dar mayor margen e incentivar a las personas que quieran combinar trabajo y una pensión parcial. "Esto puede ayudar a aumentar las pensiones futuras de estos trabajadores. Trabajar más tiempo también contribuirá a un mayor crecimiento económico y mayores ingresos fiscales, especialmente en los países que se enfrenta a un rápido envejecimiento de la población".

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