Según las últimas estadísticas en materia de sanidad de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), España es uno de los países que menos dedica por habitante a este campo, pero sin embargo tiene la segunda mayor esperanza de vida al nacer. Por el contrario, EEUU es el país que más gasta por habitante en sanidad y tiene una esperanza de vida que se encuentra en el rango bajo de los países desarrollados. | Jubilarse más tarde, morir antes y estar más enfermo: el tenebroso futuro del trabajador de EEUU
Desde la agencia de noticias financieras Bloomberg ven este hecho como una prueba de la baja eficiencia del gasto en sanidad dentro del país. Por lo general, cuanto más gasta un país desarrollado en atención médica, la esperanza de vida suele ser más largo. Sin embargo, los estadounidenses gastan tres veces más que los españoles en sanidad y viven cuatro años menos.
Según los datos recopilados por la OCDE, los estadounidenses gastan al año 9.882 dólares en sanidad y su esperanza de vida es de 78,8 años. El segundo país que más gasta por habitante es Suiza con 7.919 dólares, pero sin embargo los suizos viven 83 años de media.
España vs EEUU
Por otro lado, los españoles gastan de media 3.248 dólares al año mientras que la esperanza de vida es de 83 años, logrando así la segunda mayor esperanza de toda la OCDE junto con Suiza. Los japoneses con 83,9 años tienen la mayor esperanza de vida. Los nipones gastan 4.519 dólares al año, lejos de los países que más gastan.

Los malos resultados de los estadounidenses pueden tener que ver con la alimentación y su estilo de vida. Según muestra Bloomberg, EEUU es el país con mayor tasa de obesidad, lidera las muertes relacionadas con el consumo de drogas y ocupa uno de los peores puestos de toda la OCDE en cuanto el porcentaje de diabéticos.
Otra de las grandes diferencias con los países de la OCDE que tienen una mayor esperanza de vida es que en EEUU el seguro médico es principalmente 'voluntario' y privado. El sistema público cubierto por Medicare y Medicaid sólo cubren el 27% de todo el gasto en sanidad del país, ya que para acogerse a este sistema hay que cumplir unos requisitos de renta y edad. Además, el gasto en productos farmacéuticos por parte de los estadounidenses es el más elevado del mundo, tanto para medicamentos con prescripción como sin ella.
Por el contrario, España ocupa la posición vigésimo primera en cuanto al gasto por habitante en sanidad con 3.248 dólares. El gasto es relativamente bajo respecto al resto de países desarrollados mientras que la esperanza de vida es la segunda más alta. Una de las particularidades del sistema español es que un 66,3% de ese gasto es público, uno de los porcentajes más elevados de la OCDE. También el gasto en medicamentos es relativamente bajo en España.
Los factores que ayudan a España a romper esa relación positiva entre gasto en sanidad y esperanza de vida son varios. Por un lado, el número de suicidios en España es el más bajo en los países desarrollados junto con Italia y Grecia. También contribuyen de forma muy positiva la baja mortalidad infantil y maternal, y una tasa de obesidad inferior a la de los países anglosajones.
La preocupación en EEUU por la salud de su población y la calidad de vida está incrementando en los últimos años. Hace escasas semanas un trabajo de la Universidad de Michigan mostraba que la edad de jubilación de los estadounidenses se está incrementando poco a poco, mientras que la esperanza de vida para la clase media de EEUU parece haberse estancado o incluso podría estar retrocediendo. Además, los estadounidenses con 50 años tienen mayores problemas de salud hoy de los que tenían hace 15 años los ciudadanos de esa misma edad. Sin duda, una combinación fatal para los mayores de la primera potencia económica del mundo.