
El Banco Central Europeo (BCE) se prepara para reducir el importe mensual de su programa de compras de activos, actualmente fijado en 60.000 millones, aunque a cambio la institución se plantea extender su duración, inicialmente prevista hasta finales de 2017, por otros nueve meses, decisión que la entidad podría anunciar en su próxima reunión de política monetaria, que tendrá lugar el próximo 26 de octubre.
Según fuentes familiarizadas con las conversaciones consultadas por Reuters, el debate en el seno del BCE se centraría en si el programa de compras debe mantener su carácter abierto en cuanto a su duración o debería ofrecerse una señal al mercado acerca de su finalización en el futuro.
En cuanto a los volúmenes mensuales de las compras del banco central, las fuentes consultadas por Reuters señalan la existencia de un consenso en el seno de la institución respecto de la necesidad de que el importe se reduzca significativamente de los actuales 60.000 millones, aunque las cifras oscilarían entre 25.000 y 40.000 millones y no se habría realizado todavía una propuesta formal.
"El volumen mensual exacto no importa demasiado porque su impacto en la inflación será muy pequeño", declaró una persona conocedora de las discusiones, señalando que una ampliación de nueve meses implicaría a su vez retrasar la primera subida de tipos esperada, lo que tiene un poderoso efecto a la hora de señalar que la política monetaria laxa continuará.
Por otra parte, las fuentes consultadas apuntaron que anunciar una extensión de seis meses del programa de compras obligaría al banco central a comenzar a debatir de nuevo esta cuestión en unos pocos meses, mientras que una prórroga de 12 meses, aunque no es descartable, forzaría a una mayor reducción del volumen mensual de compras ante la escasez de bonos disponibles en el mercado.
Justo ayer, el presidente del BCE, Mario Draghi, afirmó que los tipos de interés seguirán en los extraordinarios niveles bajos de la actualidad "bien pasado" el momento en que concluya el programa multimillonario de inyección de liquidez a través de la compra de deuda.
Anclar la expectativa de IPC
"Este bien pasado es muy, muy importante para anclar las expectativas de inflación", aseguró Draghi en una conferencia en el centro de estudios Peterson Institute for International Economics, en Washington, donde asiste a la asamblea anual conjunta del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
Draghi apuntó que el BCE tomará decisiones "este año" sobre el futuro de sus instrumentos de política monetaria, es decir, su política de bajos tipos de interés -donde mantiene la tasa rectora en el 0%- y su programa de compra de deuda pública y privada de la eurozona por un valor de 60.000 millones de euros al mes.
Asimismo, el italiano insistió en que el BCE continuará con el programa de compra de deuda hasta que se vea una mejoría sostenida en la inflación.
Sobre la eficacia de mantener los tipos de interés en terreno negativo en la zona euro reiteró que ha sido "un éxito", ya que no se han visto "las distorsiones que la gente estaba pronosticando" y tampoco ha bajado la rentabilidad de los bancos, que "de hecho, está subiendo". La próxima reunión del BCE sobre política monetaria tendrá lugar el 26 de octubre.
En septiembre, el organismo dirigido por Draghi revisó al alza en tres décimas las previsiones de crecimiento de la zona euro para este año, hasta el 2,2%, y un poco a la baja las de inflación para el próximo año, como reflejo de la reciente apreciación del tipo de cambio del euro, que abarata las importaciones del petróleo.