
El Índice de Precios al Consumo (IPC) estadounidense subió en julio al 0,1% en tasa mensual, una décima más que el mes anterior. El dato ha quedado por debajo de las previsiones de los expertos consultados por Bloomberg, que eran de hasta el 0,2%. Tras el dato, el euro repunta con fuerza en su cruce frente a la divisa estadounidense y supera la barrera de los 1,18 dólares.
La ligera subida en el IPC se produjo en parte por el auge en el coste de la vivienda, los alimentos y los cuidados sanitarios, mientras que los precios de la energía descendieron el 0,1% en julio, con la gasolina estancada y un incremento del 0,4% en la electricidad. Los precios de los alimentos aumentaron el 0,2%, y registran un incremento del 1,1% respecto a hace un año.
Asimismo, los precios residenciales, que incluyen alquileres de vivienda y suponen un tercio del índice total, crecieron un 0,1% el pasado mes y se encuentran un 3,2% por encima de los 12 meses anteriores.
Sin tener en cuenta los precios de los alimentos y la energía, que son los más volátiles, el IPC subyacente permaneció estable, en el 0,1%. Mientras, en tasa interanual, la inflación se situó en el 1,7%, frente al 1,6% de julio del año pasado. Los expertos esperaban que alcanzase el 1,8%.
El mercado cree que el dato de IPC alejará por un tiempo más largo la subida de tipos en EEUU. La meta de inflación que baraja la Reserva Federal es del 2% interanual, un porcentaje que aún está lejos.